Bienes rurales y urbanos que habrían sido adquiridos con recursos producto del envío de clorhidrato de cocaína a destinos internacionales, que figuraban a nombre de personas distintas a los verdaderos propietarios para intentar ocultar su origen ilícito fueron detectados en un rastreo financiero, económico y patrimonial realizado por la FiscalíaGeneral de la Nación.
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Los elementos materiales probatorios recopilados dan cuenta de 28 inmuebles rurales y urbanos, y una sociedad comercial que superan en valor los 19.500 millones de pesos. El dueño real sería Francisco Javier Piedrahita Sánchez, señalado colaborador del extinto narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, a finales de los años ochenta, y presunto financiador de grupos paramilitares en la década de los noventa.
Un fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio impuso sobre las propiedades medidas cautelares de suspensión del poder dispositivo, embargo, secuestro, toma de posesión material y suspensión de registros públicos, con el fin de protegerlos y evitar su circulación en el mercado mientras avanza el proceso.
Los activos fueron ocupados en diligencias realizadas por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en San Onofre, Tolú y Sincelejo (Sucre), y Montería (Córdoba).
En las verificaciones se conoció que, en 1991, Piedrahita Sánchez constituyó una sociedad para dar apariencia de legalidad a dineros ilícitos y a algunos de los bienes obtenidos con estos recursos, otros fueron puestos a nombre de familiares y personas cercanas que no acreditaban la capacidad económica para adquirirlos y tenerlos.

