Una nueva controversia sacude la escena política colombiana luego de que la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila revelara un conjunto de conversaciones que, según afirma, comprometerían al presidente Gustavo Petro en hechos que podrían tener implicaciones éticas, judiciales y políticas.
Le puede interesar: Vicky Dávila publicó chats que revelarían detalles de la vida íntima del presidente Gustavo Petro
Los diálogos, divulgados el 3 de agosto de 2025, harían parte del expediente de la Fiscalía General relacionado con el proceso penal que involucra a Nicolás Petro, hijo del mandatario. En ellos se describe la supuesta participación del entonces candidato presidencial en reuniones privadas caracterizadas por consumo de alcohol, presencia de mujeres trans y uso de dinero que habría provenido de fuentes no autorizadas para financiar la campaña electoral.
Conversaciones filtradas y la figura de Euclides Torres
Entre los fragmentos difundidos se encuentra una afirmación de Day Vásquez, exesposa de Nicolás Petro, en la que vincula directamente al empresario Euclides Torres con la financiación de estas actividades:
“Seguramente eso fue lo que le dio Euclides, plata para eso”, expresa Vásquez.
Los mensajes señalan que varios encuentros habrían ocurrido en hoteles del país y que un coronel —cuya identidad no se ha confirmado públicamente— sería quien organizaba la logística y seleccionaba a quienes participarían en los eventos:
“Yo creo que él se las consigue... él dijo que ya está acostumbrado a eso”, se lee en una respuesta de Nicolás Petro.
Contenido explícito y preocupación por filtraciones
Algunas de las frases incluidas en los chats causaron gran revuelo en redes sociales, como una que alude a la existencia de material audiovisual sensible:
“En los videos hay de todoooo, travestís y demás”, afirmó Vásquez.“Tu papá está jodido, de verdad”, agregó en otro intercambio con Nicolás Petro.
También se incluyen conversaciones sobre excusas ante la ausencia del entonces candidato en compromisos oficiales:
“Dijeron que se había intoxicado”, escribió Nicolás, mientras Vásquez sugirió mantener en secreto los hechos: “No le digas nada a Vero. Le han dicho que está indigestado, ajá, que no sabes nada más”.
Implicaciones políticas y respuestas encontradas
Dávila calificó el contenido como un asunto que trasciende lo personal y que, en su opinión, debe tratarse como una cuestión de interés público:
“Afecta su desempeño como presidente. Por eso no es intimidad, es un problema de Estado que afecta la seguridad nacional”, dijo la periodista durante la publicación.
Las reacciones desde el Gobierno y aliados del presidente no se hicieron esperar. Cielo Rusinque, directora del DPS y cercana al Ejecutivo, arremetió contra Dávila asegurando que su exposición es “la prueba de su indigencia de pensamiento”.
Por su parte, Nicolás Petro desmintió la veracidad del contenido y anunció acciones legales contra la periodista:
“Son un montaje”, afirmó, señalando su intención de demandarla por la publicación de los chats.
La controversia añade tensión a un escenario político ya polarizado. Mientras se discute la autenticidad de los mensajes y su impacto real, el caso continúa generando preguntas sobre el manejo de fondos electorales, la vida privada de las figuras públicas y los límites de la prensa frente al poder.