El ministro de Hacienda, Germán Ávila, confirmó que el Gobierno Nacional continuará impulsando incrementos reales en el salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV) para el año 2026, es decir, por encima de la inflación proyectada. Según el funcionario, esta estrategia ha tenido un impacto positivo en la reducción de la pobreza y en la dinamización de la economía.
“Los aumentos hechos para 2023, 2024 y 2025 han tenido impactos significativos en la reducción de los indicadores de pobreza, y que tienen un efecto redistributivo evidente y que reafirman que el trabajo es el único generador de valor”, señaló Ávila.
El titular de la cartera económica desestimó que los incrementos recientes hayan generado presiones inflacionarias o afectado negativamente las cifras de desempleo, como han advertido algunos sectores empresariales y analistas económicos.
¿De cuánto sería el aumento del salario mínimo en 2026?
Con base en las proyecciones actuales, el incremento para 2026 estaría impulsado por una inflación estimada del 4,5 % y un crecimiento de la productividad cercano al 2,6 %. Esto llevaría a un ajuste salarial en un rango de entre el 6,5 % y el 7 %, según cálculos preliminares.
En términos concretos, el salario mínimo pasaría de los actuales $1.423.500 a un valor estimado entre $1.515.495 y $1.522.610.
Contexto económico favorable
Este anuncio se da en un entorno de relativa estabilidad económica. La inflación, que alcanzaba el 10,8 % al inicio del mandato de Gustavo Petro, se ha reducido hasta ubicarse en 4,82 %. Además, el crecimiento económico reportado para 2024 es del 2,7 %, cifra que el Gobierno atribuye, en parte, al efecto positivo de los aumentos salariales sobre el consumo interno.
Evolución del salario mínimo en el actual gobierno
Desde que asumió el poder en agosto de 2022, el presidente Gustavo Petro ha promovido incrementos sustanciales en el salario mínimo:
- 2023: aumento del 16 %, salario en $1.160.000
- 2024: aumento del 12 %, salario en $1.300.000
- 2025: aumento del 9,54 %, salario en $1.423.500
Estos ajustes han sido parte de una política económica centrada en la redistribución del ingreso y el fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores formales.
De cara a 2026, el Gobierno mantiene su compromiso de continuar con estos incrementos, siempre en línea con las condiciones macroeconómicas y bajo el objetivo de consolidar una economía más equitativa sin descuidar la sostenibilidad fiscal. La discusión oficial del nuevo salario mínimo, como es habitual, se dará en diciembre con las centrales obreras, los empresarios y el Gobierno como partes negociadoras.

