La tarde del martes 29 de julio se tornó en una experiencia de terror para varias personas que se ejercitaban en un gimnasio de Valledupar. Aproximadamente a las 6:38 p. m., parte del techo y otras estructuras del establecimiento cedieron y colapsaron de manera abrupta. La causa principal fue la intensidad de las lluvias y los fuertes vientos que golpeaban la ciudad en ese momento.
El momento exacto del desplome fue captado por las cámaras de seguridad del lugar. En el impactante video, se observa cómo los usuarios, que realizaban sus rutinas de entrenamiento con normalidad, salen corriendo de inmediato en busca de refugio. Pedazos del techo caen justo en la mitad del salón principal, generando una gran nube de polvo y un estruendo metálico.
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A pesar de la magnitud del incidente y el susto generalizado, las autoridades confirmaron que, afortunadamente, no se registraron personas heridas. Los responsables del gimnasio activaron rápidamente los protocolos de evacuación y, posteriormente, cerraron de manera temporal el lugar para llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los daños estructurales.
La advertencia del Ideam y las recomendaciones de seguridad
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) había emitido advertencias desde horas de la mañana sobre la presencia de lluvias, descargas eléctricas y ráfagas de viento en gran parte del departamento del Cesar. Este fenómeno meteorológico adverso fue el principal detonante del colapso parcial del techo del gimnasio.
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Tras el incidente, el Cuerpo de Bomberos de Valledupar emitió una recomendación crucial: instó a los propietarios de gimnasios, bodegas y otros espacios de gran aforo a realizar inspecciones periódicas de techos y estructuras. Esta medida es especialmente importante en temporadas de lluvias, con el fin de prevenir accidentes similares y garantizar la seguridad de los usuarios.
Este suceso se suma a otros reportes recientes de afectaciones por lluvias en Valledupar. Varias viviendas y comercios en la ciudad han sufrido daños en techos y fachadas debido a los vientos huracanados que han acompañado las tormentas de la última semana, evidenciando la vulnerabilidad de algunas infraestructuras ante los fenómenos climáticos extremos.