La frontera colombo-venezolana podría convertirse en un nuevo eje de desarrollo y cooperación binacional tras la firma de un memorando de entendimiento que busca establecer una Zona de Paz, Unión y Desarrollo. Esta iniciativa, impulsada por los gobiernos de Gustavo Petro y Nicolás Maduro, plantea una estrategia para dinamizar el comercio y mejorar las condiciones económicas de las comunidades fronterizas, sin comprometer la soberanía territorial.
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El jefe de despacho de la Presidencia de Colombia, Alfredo Saade, explicó que el acuerdo tendrá como objetivo central el impulso económico de regiones tradicionalmente marginadas, como el Catatumbo y zonas de frontera en los departamentos de Norte de Santander, Cesar y La Guajira. En diálogo con Mañanas Blu, afirmó que el proyecto beneficiará tanto a empresarios como a campesinos.
“Cada país seguirá cuidando sus fronteras como lo ha hecho hasta el día de hoy”, subrayó Saade, desmintiendo cualquier tipo de interpretación sobre patrullajes conjuntos o presencia de fuerzas extranjeras en territorio colombiano.
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Comercio, salud y cultura: ejes de la cooperación
Según el alto funcionario, la zona binacional se centrará en sectores como el alimentario, turístico, cultural, de salud y educación. De acuerdo con su visión, esta es una oportunidad para reactivar la economía regional, facilitar la salida de productos agrícolas y reconstruir el tejido económico que, según sus palabras, fue “destruido por el gobierno anterior”.
“Lo importante de toda esta gran noticia es que los empresarios van a ser muy beneficiados con este acuerdo que se está firmando con Venezuela”, señaló Saade.
El plan contempla inicialmente a Norte de Santander como piloto, aunque el presidente venezolano Nicolás Maduro ha mencionado que la propuesta incluiría también los estados de Táchira y Zulia, así como otras zonas colombianas. Desde el Ministerio de Comercio se indicó que la ampliación territorial será evaluada con base en los resultados del piloto actual.
Reactivación de una relación histórica
Para Saade, esta iniciativa no parte de cero, sino que constituye la reanudación de la relación binacional que por años articuló a comunidades de ambos lados de la frontera.
“Esta zona comercial no es un concepto nuevo, sino la reactivación de una relación histórica”, afirmó, destacando que las dinámicas económicas de la región fueron gravemente afectadas por decisiones diplomáticas del pasado reciente.
Con esta zona binacional, Colombia y Venezuela buscan superar años de tensiones y avanzar hacia una nueva etapa de integración económica fronteriza sin comprometer la jurisdicción de cada Estado ni generar tensiones militares.

