La controversia en torno a la propuesta del presidente Gustavo Petro sobre la Estatua de la Libertad cobró un nuevo capítulo este 23 de julio. Tras una primera alocución el pasado 15 de julio donde por primera vez expresó su deseo de traer el emblemático monumento de Nueva York a Cartagena, Petro ha vuelto a abordar el tema, solidificando su postura y revelando un plan alternativo.
La idea original surgió en medio de una fuerte crítica a las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha impulsado la creación de un centro para migrantes inspirado en Alcatraz para recluir a migrantes que cometan delitos. Petro, en su alocución, había planteado un acuerdo sobre “democracia y libertad”, sentenciando que “si no, esa estatua de Nueva York hay que trasladarla a Cartagena”.
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En su discurso más reciente, el presidente colombiano fue aún más allá al afirmar que, si no le permiten realizar el traslado de la Estatua de la Libertad a Colombia, simplemente “haremos una” en el territorio nacional. Su argumento central es que así se crearía un modelo donde “la migración ya no sería necesaria, ni sus cárceles, ni sus látigos, ni sus cadenas, ni sus esposas, porque por ahí solo regresan a la vieja esclavitud”.
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Petro enfatizó que “América enseñó a todo el mundo, pero no a Norteamérica, sino toda la América, el valor de la libertad”, justificando su particular visión. La propuesta ha generado un amplio debate y críticas por parte de diversos sectores políticos.
La tensa relación de Gustavo Petro con Donald Trump: Un contexto polémico
La relación entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado marcada por una tensión diplomática constante. Estos choques ideológicos y discursivos preocupan a los sectores productivos de Colombia, dado que Estados Unidos es el principal socio comercial del país andino.
- Críticas a políticas migratorias: Petro ha sido un crítico vocal de las políticas de inmigración restrictivas implementadas por Trump, considerándolas “inhumanas” y contrarias a los valores de libertad que, según él, deberían primar en el continente.
- Posiciones ideológicas opuestas: Mientras Trump representa una línea conservadora y nacionalista, Petro se inscribe en la izquierda latinoamericana, con enfoques en la justicia social, la transición energética y la crítica al neoliberalismo. Estas diferencias ideológicas son la raíz de muchos de sus desencuentros públicos.
- Impacto en la relación bilateral: Aunque los presidentes en ejercicio de ambos países mantienen relaciones diplomáticas, los pronunciamientos de Petro hacia Trump y sus ideas generan fricción y son monitoreados de cerca por analistas políticos y económicos. La estabilidad de la relación con Estados Unidos es crucial para Colombia en términos de comercio, inversión, seguridad y cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Finalmente, la pasada alocución de Petro, donde mencionó que “los que sí lucharon por la libertad fueron los negros que fundaron el primer territorio libre de América, toda, que queda cerca de Cartagena, y se llama San Basilio de Palenque, que este gobierno por fin volvió un municipio”, muestra cómo el presidente colombiano utiliza estas figuras y conceptos para vincular su agenda política con símbolos históricos de libertad.