Colombia se ha convertido en un destino privilegiado para el llamado turismo reproductivo, una práctica en auge impulsada por clínicas de fertilidad que ofrecen paquetes integrales a parejas, especialmente extranjeras, que desean tener hijos mediante gestación subrogada. Sin embargo, la ausencia de una regulación clara ha provocado una cascada de demandas judiciales y ha encendido las alarmas en la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional.
Un fenómeno sin control ¿Debería ser legal la maternidad subrogada?
Durante 2024, se registraron 8.435 demandas de impugnación de maternidad y paternidad en el sistema judicial colombiano, 445 más que en 2023, según el Consejo Superior de la Judicatura. Muchas de estas acciones fueron iniciadas por clínicas de reproducción asistida que buscan desvincular legalmente a las mujeres gestantes del recién nacido.
Esta práctica —permitida por la ley solo cuando no hay compensación económica de por medio— se ha convertido en un negocio millonario. Las parejas extranjeras pueden llegar a pagar hasta 300 millones de pesos, de los cuales una gestante recibe en promedio entre 30 y 50 millones bajo el concepto de “bonificaciones”.
“Son cientos de millones de pesos, incluyendo el pago a la clínica, estadía y trámites legales. Del 100 % de las parejas, el 95 % son extranjeras”, relató una mujer gestante de 35 años que prestó su vientre en un proceso subrogado.
Riesgos legales y humanos de la maternidad subrogada
Las cortes han advertido que el vacío normativo ha provocado graves consecuencias:
- Casos de niños apátridas, sin nacionalidad reconocida.
- Gestantes en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas migrantes venezolanas, utilizadas como medio de gestación.
- Procesos judiciales para “borrar” a la madre del registro civil.
- Denuncias sobre prácticas de explotación y mercados ilegales.
“La gestación subrogada transnacional puede derivar en graves afectaciones como el nacimiento de niños apátridas (...), el abandono del menor de edad si surgen conflictos o arrepentimiento entre las partes y la exposición de la persona gestante a explotación u otras situaciones de riesgo”, advirtió el Ministerio de Justicia en un proyecto de ley preliminar.
Llamado urgente al Congreso para legislar sobre la maternidad subrogada
Las Altas Cortes han sido enfáticas: el Congreso debe legislar. La sentencia 357 de 2022 de la Corte Suprema exhorta a crear un marco integral que aborde aspectos clave como:
- El consentimiento informado de las gestantes.
- Los derechos de los niños nacidos por este método.
- La regulación de los contratos, filiación y nacionalidad.
“El modelo tolerante de la gestación por sustitución, la ausencia de una regulación con plazos precisos y la interpretación restrictiva del procedimiento para reconocer la nacionalidad por nacimiento a hijos e hijas de extranjeros (...) fueron todas condiciones de posibilidad creadas por el Estado colombiano para violar los derechos fundamentales de Leticia”, señaló la Corte Constitucional en un fallo reciente sobre una niña nacida en Bogotá que perdió su nacionalidad tras ser impugnada la maternidad de su gestante.
Desde 1998, al menos 16 proyectos de ley han sido archivados. Mientras tanto, la realidad supera al debate legislativo, y cada vez más bebés nacen en un limbo jurídico en el que los derechos humanos están en juego.

