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Fiscalía revela cómo se coordinó el atentado contra periodista Gustavo Chica y cuánto pidieron por su cabeza

En San José del Guaviare, al parecer, bastaron 2 millones de pesos para que un sicario intentara asesinar a Gustavo Chica Álvarez. El periodista sobrevivió, pero su caso evidencia la alarmante vulnerabilidad de los comunicadores en zonas de alto riesgo.

Gustavo Chica fue víctima de un atentado el pasado 5 de julio
Gustavo Chica 2 millones de pesos pagaron por silenciar a Gustavo Chica (Foto: Caracol Radio)

La investigación sobre el atentado contra el periodista Gustavo Chica Álvarez revela un dato estremecedor: los autores intelectuales ofrecieron tan solo 2 millones de pesos colombianos —unos 500 dólares— para que un sicario atentara contra su vida. El crimen se ejecutó el pasado 5 de julio frente a la casa del periodista en San José del Guaviare. Él y su esposa fueron emboscados mientras se encontraban en una motocicleta. Gustavo fue impactado en el hombro, tórax y cuello. Su esposa recibió un disparo en la mandíbula.

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El agresor no actuó solo. Alberto Antonio Araújo Rivera, de nacionalidad venezolana, fue identificado como el presunto coordinador del ataque. Según la Fiscalía, él habría proporcionado el arma, contratado al sicario y facilitado su huida tras el tiroteo. Las autoridades lo capturaron en el barrio Primero de Octubre, en un operativo conjunto entre el CTI y la Policía Nacional, en el que también se incautó el arma de fuego usada en el crimen.

Durante las audiencias, Araújo no aceptó los cargos imputados: tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas. No obstante, un juez ordenó su detención preventiva en centro carcelario mientras avanza el proceso judicial en su contra.


La voz incómoda del Guaviare: ¿Por qué lo querían silenciar?

Gustavo Chica, conocido por su audiencia como el director de Guaviare Estéreo, emisora afiliada a Caracol Radio, se ha destacado por denunciar hechos de violencia, corrupción y presencia de grupos armados ilegales en la región. Su trabajo lo convirtió en un blanco. Desde 2023, el periodista ya contaba con medidas de protección de la Unidad Nacional de Protección (UNP), debido a amenazas reiteradas.

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Lo que encendió aún más las alarmas fue la aparición reciente de un panfleto atribuido al grupo narcotraficante Renacer ERPAC, donde lo declaraban “objetivo militar”, junto a otros comunicadores. “Están muy contentos publicando nuestras noticias, los declaramos objetivo militar”, decía el mensaje que circuló en redes y medios locales. A pesar de las amenazas, Gustavo continuó su labor periodística.

Ataques a periodistas en Colombia: cifras oficiales y una tendencia preocupante

Según datos de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en lo corrido de 2025 se han registrado más de 70 agresiones contra periodistas en Colombia, entre ellas amenazas, hostigamientos y tentativas de homicidio. Los departamentos más afectados siguen siendo aquellos con presencia de grupos armados, como Arauca, Cauca, Nariño y Guaviare.

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Además, la Defensoría del Pueblo ha emitido alertas tempranas sobre la creciente persecución a la prensa en zonas con economías ilegales. San José del Guaviare, por su ubicación estratégica para el narcotráfico, es uno de esos puntos calientes donde el ejercicio periodístico se ha convertido en una profesión de alto riesgo.

¿Qué sigue en el caso Gustavo Chica?

El proceso judicial contra Araújo y otros involucrados continúa, mientras la Fiscalía busca esclarecer quiénes fueron los determinadores intelectuales. Por el momento, Gustavo Chica y su esposa se recuperan de sus heridas, pero el mensaje es claro: en muchas regiones del país, el periodismo se paga con sangre. Y como quedó demostrado, el precio que algunos están dispuestos a pagar para silenciar una voz crítica, es aterradoramente bajo.

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