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Náwar Jiménez: el brillo de una lideresa trans que apagaron en El Carmen de Bolívar

Náwar Jiménez fue más que una lideresa trans: transformó su territorio y sembró dignidad. Hoy su lucha vive en quienes se atreven a resistir como ella.

Foto de un dibujo de Nawar Jiménez, lideresa LGBTIQ+ y defensora de derechos humanos, asesinada en Colombia.
Caribe Afirmativo Foto de un dibujo de Nawar Jiménez, lideresa LGBTIQ+ y defensora de derechos humanos, asesinada en Colombia.

En los Montes de María, una de las regiones más azotadas por el conflicto armado en Colombia, la lideresa social trans Náwar Jiménez fue asesinada el pasado 22 de mayo. La existencia de Náwar fue un acto de profunda rebeldía. Mujer trans, defensora incansable de los derechos humanos y promotora de una política más incluyente, Náwar no solo habitó un cuerpo y un territorio históricamente vulnerados, sino que los transformó con su sola presencia. Su nombre, ahora multiplicado en arengas, pancartas y memorias, sigue retumbando en El Carmen de Bolívar como símbolo de dignidad, lucha y sueños que no pudieron ser truncados del todo, porque germinaron en quienes la conocieron.

“Cuando pienso en Náwar, me vienen a la mente sus tacones, su belleza, su luz”, recuerda entre lágrimas Yirleis Velasco, su amiga y compañera de militancia. Para ella, Náwar no solo fue su aliada en la organización Mariposas de la Noche, sino también su fuerza cotidiana, esa presencia vital que con cada gesto y palabra sostenía la lucha por la existencia trans en una tierra marcada por la exclusión.

Desde su rol en la Casa de Paz de Caribe Afirmativo, donde se desempeñó como anfitriona permanente, Náwar tejió comunidad. Recibía, escuchaba, organizaba, daba la bienvenida con una sonrisa amplia, y despedía con ese tono firme que mezclaba cariño y convicción. “Siempre estaba pendiente de la logística, de que todo funcionara. Era la voz alta, la primera en dar la bienvenida, la última en despedir”, le cuenta Yirleis a Publimetro.

Más allá de la calidez de su risa o su energía contagiosa, su activismo era profundamente político. Su meta no era solo visibilizarse, sino transformar. “Quería que nos vieran contando nuestras historias, teniendo acceso a salud, educación, empleo. Quería que dejáramos de ser asesinadas”, afirma su amiga.


En 2023, su coronación como Reina de las Diversidades del Carnaval de El Carmen de Bolívar no fue solo una celebración estética. Fue un acto de afirmación política. “Demostró que desde el arte y la cultura también se puede ser diverso y se puede inspirar a muches que seguramente al ver su figura en un escenario tan importante, se sintieron representades”, señala Juan Florián, viceministro de Igualdad y Diversidades.

Florián recuerda a Náwar como “una mujer fuerte, con bastante carácter, pero no era ruda o poco asequible. Aunque sí tenía temple y seguridad en cada palabra que decía, siempre se le veía con bastante entusiasmo, ganas de luchar y trabajar por todas las suyas”. Para él, su asesinato no fue solo una pérdida irreparable, fue un crimen que silenció una voz profundamente necesaria en la transformación social del Caribe colombiano.

Del tacón al Congreso

Graduarse del colegio no es una escena menor para muchas personas trans en Colombia. En el caso de Náwar, fue un acto de resistencia pública. “Náwar se graduó del colegio con tacones, maquillada, con su pelo largo. Eso era rebeldía, pero también dignidad”, recuerda Juan Carlos Buelvas, conocide identitariamente como Tito, estudiante de comunicación social y también vocere del sujeto de reparación colectiva LGBTIQ+ del Carmen de Bolívar.

Expulsada por su familia y sobreviviente del trabajo sexual intermunicipal, Náwar nunca renunció a su deseo de estudiar. Soñaba con ser abogada o trabajadora social, y liderar procesos que impactaran en la vida de otras mujeres trans. “Quería dejar el trabajo sexual para dedicarse a estudiar, a tener un empleo digno. Quería avanzar, salir adelante, como cualquier ser humano”, contó Yirleis.

Estuvo a punto de lograrlo: ya había sido seleccionada para iniciar un proceso contractual con el Ministerio de Igualdad y Equidad. “Se lo había ganado con todo el esfuerzo del mundo y con sus más de 10 años en esta lucha por los derechos de las personas LGBTIQ+”, reconoció el viceministro Florián.

El Estado le falló a Náwar

Rafael Rodríguez, profesional de la Unidad para las Víctimas, recuerda que Náwar era parte activa del colectivo LGBTIQ+ del municipio, reconocido en 2019 como sujeto de reparación colectiva. Ella, víctima directa del conflicto armado, vio cómo el frente 37 de las FARC desarticulaba procesos organizativos de su comunidad, y desde esa herida supo construir.

“Ella luchaba no solo por las mujeres trans, sino por toda la comunidad diversa. Estaba presente, intervenía con claridad y fundamento. Náwar se hacía sentir”, relata Rodríguez. Participó en la construcción de la política pública LGBTIQ+ del municipio, en el Consejo Territorial de Paz y en la mesa LGBT departamental. Su voz no se quedaba en la denuncia: también construía propuestas, soluciones, alianzas.

A pesar de su visibilidad y de las alertas que ya habían sido emitidas desde 2022 por la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y organizaciones como Caribe Afirmativo, ninguna medida concreta fue adoptada para protegerla. “El asesinato de Náwar no fue casual. Para Caribe Afirmativo es un asesinato donde el Estado es responsable. Es un transfeminicidio”, sentencia Wilson Castañeda, director de la organización Caribe Afirmativo.

Incluso, según Castañeda, en mayo de 2024 se realizó una audiencia pública en San Juan Nepomuceno donde se pidió protección urgente para mujeres trans trabajadoras sexuales. “A la Unidad de Protección, a la Gobernación de Bolívar y a la Alcaldía del Carmen se les pidió proteger a Náwar. No lo hicieron”, dice Castañeda.

Natalia Torres, profesional psicosocial de la Unidad para las Víctimas, lo confirma: “El sujeto de reparación colectiva había sido reconocido en riesgo. Se articuló con la UNP, pero el equipo de protección asignado nunca llegó”.

De hecho, el mismo día que estaban sepultando a Náwar, Tito cuenta que recibió una llamada de la UNP advirtiendo que debía viajar a Cartagena para recibir el esquema de protección que le habían asignado al colectivo LGBTIQ+.

“Yo dije que no, no me podía ir a Cartagena. Primero, porque yo debía estar con mi hermana hasta lo último. Y, segundo, porque después de tanto tiempo era que ellos venían a mirar, a traer este esquema por la situación que sucedió con Náwar”, explica Tito.

La persistencia del conflicto en los Montes de María

Los Montes de María siguen siendo un territorio disputado por grupos armados como el Clan del Golfo, Los Costeños y las disidencias de las FARC. La pobreza estructural, el abandono estatal y la falta de servicios básicos aumentan la vulnerabilidad. Para las personas trans, el riesgo es doble: por su identidad de género y por su activismo.

“Construir un proyecto de vida como mujer trans en un territorio rural, empobrecido y violento como los Montes de María, fue un acto profundamente político. Náwar lideró desde la precariedad”, reflexiona Wilson Castañeda.

La Troncal del Caribe, donde Náwar ejercía el trabajo sexual de forma autónoma, ha sido identificada como zona de alto riesgo. Dos alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo entre 2021 y 2023 lo advirtieron. No hubo respuesta. “La muerte de Náwar se pudo evitar. Estaba anunciada, el Estado lo sabía y no hizo nada para prevenirla. Por tanto, es responsable”, reiteró Castañeda.

El asesinato de Náwar paralizó temporalmente a la comunidad diversa del Carmen de Bolívar. Muchas personas trans se desplazaron por miedo, otras dejaron sus procesos. “No hay relevo generacional. Estamos todavía en el choque de que a Náwar la mataron. La gente está asustada, no quiere salir”, lamentó Wilson.

La comunidad exige justicia, verdad y medidas estructurales: reconocimiento oficial del crimen como transfeminicidio, protección inmediata a personas trans en riesgo, acceso a salud, vivienda, educación y empleo digno, así como también campañas de cultura ciudadana para erradicar la transfobia.

La memoria no se borra

El legado de Náwar permanece en cada baño público donde hoy una chica trans entra sin miedo, gracias a la tutela que ganó junto a Caribe Afirmativo. Está en el Decreto 512, que oficializó la política pública LGBTIQ+ local. Está en cada joven que se atreve a vivir su identidad con orgullo.

“Ella no se quedó solo en la denuncia. Estudiaba, acompañaba, inspiraba. Su lucha no fue solo local; hizo parte del proceso de la Ley Trans a nivel nacional”, subraya Tito.

Pero ante los posibles sospechosos de este vil asesinato, se han presentado algunas hipótesis; sin embargo, el proceso investigativo permanece truncado: “Todo el pueblo sabe quién fue. Se trata de un hombre con poder político y económico en el municipio. ¿Cuántas Náwar más tienen que morir?”, se pregunta Tito. Pero también sabe que su historia no termina en ese crimen.

“Este dolor nos marcó para siempre, pero no vamos a callar. A Náwar la mataron, pero su voz sigue con nosotres”, concluye Tito con la determinación que la lideresa le heredó.

Para quienes la conocieron, Náwar no fue solo una lideresa. Fue familia. “Náwar era hermana, nieta, sobrina, era la mejor. Tenía a su cargo a su abuela, quien la crio. Tras su asesinato, la señora Sara quedó sin respuestas, sin verdad y sin justicia”, lamenta Tito.

En cada rincón del Caribe donde haya una joven trans levantando su voz, habrá un poco de Náwar Jiménez. En cada marcha, en cada audiencia, en cada espacio de resistencia y ternura.

“Una cosa es la vida que uno quiere llevar, y otra es la que a uno le imponen”, decía Náwar.

Ella eligió luchar por la vida que quería, aunque el mundo no estuviera listo. Hoy su lucha es recordada como una de las pioneras en el reconocimiento de las diversidades y los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en Colombia, y su legado permanecerá en sus compañeras de lucha y en las futuras generaciones.

*Este perfil hace parte del especial periodístico que lanzó PUBLIMETRO COLOMBIA a propósito del mes del orgullo LGBTIQ+. Puede verlo completo haciendo clic aquí.

       

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