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Producción y consumo mundial de cocaína alcanzan niveles récord, alerta la ONU

Colombia concentra el 67 % de los cultivos de coca mientras violencia narco se intensifica en varios continentes.

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Un recolector recoge hoja de coca en una ladera en el cañón de Micay, en el suroeste de Colombia, el 13 de agosto de 2024. El cañón, que juega un papel clave en el comercio ilegal de drogas y armas, conecta las montañas de los Andes con el océano Pa AP (Fernando Vergara/AP)

El mercado global de la cocaína atraviesa una expansión sin precedentes. Así lo revela el Informe Mundial sobre Drogas 2025, presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en Viena, que alerta sobre un crecimiento sostenido tanto en la producción como en el consumo de esta droga, así como una preocupante diversificación de las rutas de tráfico hacia nuevas regiones del mundo.

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Según el informe, en 2023 se produjeron 3.700 toneladas de cocaína pura, lo que representa un aumento del 34 % frente al año anterior. Esta cifra cuadruplica la estimación registrada en 2014, cuando la producción se situaba en 869 toneladas. “Estamos viendo un mercado que sigue batiendo récords año tras año”, afirmó Angela Me, autora principal del informe.

Cocaína en auge: consumo crece a 25 millones de personas y se diversifican rutas de tráfico

Uno de los hallazgos más significativos del estudio es la expansión geográfica del tráfico y consumo de cocaína. Aunque América del Norte, Europa y América del Sur siguen siendo las principales regiones consumidoras, se reporta un aumento acelerado de la demanda en Asia y África. “El caso de Asia es especialmente preocupante. Si bien el consumo aún es bajo en términos porcentuales, el tamaño de su población convierte cualquier incremento en un fenómeno de escala masiva”, explicó Me. Países como Japón, China e India ya muestran señales de crecimiento en el consumo.


A nivel global, se estima que 25 millones de personas consumieron cocaína en 2023, frente a los 17 millones registrados hace una década. La prevalencia del consumo entre personas de 15 a 64 años pasó del 0,36 % al 0,47 %, evidenciando una tendencia al alza.

Este aumento también se refleja en los decomisos globales, que alcanzaron 2.275 toneladas en 2023, un 12 % más que en 2022. Si bien el 98 % de las incautaciones ocurrió en América y Europa, se registró un incremento del 84 % en África y Asia, lo que apunta a un fortalecimiento de estos mercados emergentes.

En el ámbito de la producción, el informe indica que se cultivaron 376.000 hectáreas de hoja de coca en el mundo, con una concentración del 67 % en Colombia, donde la superficie cultivada alcanzó las 253.000 hectáreas, un incremento del 10 % respecto al año anterior. Mientras tanto, en Bolivia la cifra se mantuvo estable y en Perú disminuyó ligeramente.

La concentración de cultivos en zonas de alto rendimiento ha permitido una mayor eficiencia en los laboratorios ilegales, lo que se traduce en productos más puros y de mayor valor en los mercados internacionales. En regiones como Europa, esta mayor competencia entre grupos criminales ha llevado a una disminución del precio y un aumento de la calidad del producto, según detalló Me.

La violencia asociada al narcotráfico también muestra un crecimiento preocupante. En Ecuador, considerado un país de tránsito clave, la tasa de homicidios pasó de 7,8 a 45,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes entre 2020 y 2023. Este fenómeno está vinculado a la lucha entre organizaciones criminales por el control de las rutas.

Casos similares se han registrado en el Caribe y África Occidental, donde la presencia de bandas rivales ha derivado en enfrentamientos violentos. Incluso en Europa Occidental y Central, el crecimiento del mercado ha traído consigo episodios de violencia protagonizados por el crimen organizado.

La ONU advierte que las organizaciones criminales detrás del comercio de cocaína poseen una gran capacidad de adaptación. Estas redes aprovechan la inestabilidad política y los vacíos institucionales para expandir su influencia en nuevos territorios, consolidando rutas de tráfico y puntos de distribución.

Otro punto importante del informe es la distinción entre la estimación de producción (que se refiere a cocaína pura) y las incautaciones, que en su mayoría corresponden a drogas adulteradas. Esto implica que el volumen real que llega a los consumidores es aún mayor al reportado oficialmente.

El informe también destaca la necesidad urgente de reforzar los mecanismos de cooperación internacional para enfrentar el fenómeno del narcotráfico, especialmente en regiones donde la infraestructura institucional aún es débil. El crecimiento simultáneo del consumo, la producción, las incautaciones y la violencia vinculada al comercio de cocaína conforman un panorama alarmante que, según la ONU, exige acciones coordinadas y sostenidas a nivel global.

       

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