La Secretaría de la Mujer de Bogotá publicó unas cifras preocupantes sobre la violencia de género en la capital. Los datos fueron recopilados por medio de la Encuesta de la Línea base de Política Pública de Mujeres y Equidad de Género del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género (OMEG). Según esos reportes, la violencia psicológica es el tipo de agresión más frecuente en la ciudad.
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Solo en los registros que se han consolidado este año (entre enero y mayo), se reportaron 841.100 casos de violencia psicológica. La cifra es considerablemente más alta en comparación a otros tipos de agresiones como violencia física (177.225 casos), sexual (61.495 casos), económica y patrimonial (55.779 casos).
“La Línea Base del OMEG también dio cuenta de tres hechos que llaman la atención: El primero de ellos es que las expresiones de violencia psicológica son ejercidas principalmente por exparejas (28%), ladrones y/o delincuentes (24%) y parejas actuales (20%). El segundo, que la alta concentración de esta forma de violencia en los escenarios de las relaciones de pareja y familiares representan una advertencia sobre las prácticas de control ejercidas sobre las mujeres en sus interacciones cotidianas”, indicó la Secretaría de la Mujer a través de un comunicado de prensa divulgado en las últimas horas.
Así mismo, dieron detalles sobre algunas acciones que se consideran violencia psicológica, pues es clave que las mujeres identifiquen si están siendo víctimas de estas conductas. Más aún, porque hay escenarios en los cuales estas conductas son normalizadas por sus entornos.
Para empezar, mencionaron que una de las prácticas más comunes es la manipulación, pues implica ejercer control sobre ellas “con el fin de limitar sus decisiones propias, prohibir amistades e incluso familiares”.
De otro lado, señalaron que las mujeres pueden ser objeto de amenazas. Es decir, las amedrentan con consecuencias de todo tipo, restándoles libertad a sus acciones.
En otras ocasiones, advirtió la Secretaría, las víctimas indicaron que hay casos en los cuales se practica la invalidación emocional, cuando “el agresor minimiza constantemente el sentir de la mujer, es decir, restar importancia a la perspectiva de la mujer lo que, a su vez, facilita negar u ocultar la violencia psicológica que le ejerce”.
Todas esas acciones de “control” pueden reflejarse no solo en las acciones o decisiones de las mujeres, sino también en las posibilidades que tienen de establecer contacto con otras personas como amigos, amigas, familiares e incluso compañeros de trabajo.
Por último, la Secretaría mencionó un término anglosajón del cual se ha hablado cada vez más en los últimos años: el gaslighting. “Es una práctica en donde el agresor ejerce violencia psicológica distorsionando la realidad, buscando que la víctima dude y se confunda de su percepción o realidad y piense que todo lo que está haciendo está mal y su agresor está haciendo bien las cosas”, puntualizó la entidad.
Estas agresiones son tan comunes, que la violencia psicológica acumula el 70 % del total de reportes que recibe la Secretaría de la mujer.
“Y, por último, tomando como punto de referencia el número de atenciones dado por la Secretaría de la Mujer (cifras del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género), en lo corrido del 2025, con corte al 31 de mayo, las localidades de Suba (1.155), Ciudad Bolívar (1.091) y Kennedy (1.050) son las localidades con más casos de violencia psicológica”, indicó la entidad.
Las estrategias de la Secretaría de la Mujer en los conjuntos residenciales
Entre tanto, la Secretaría de la Mujer está implementando múltiples acciones para mejorar la prevención y la atención de estas violencias. Quizás uno de los programas más recientes es el de Redes Seguras en propiedad horizontal con el fin de crear consciencia sobre las agresiones contra las mujeres en los conjuntos residenciales de la ciudad.
Esta estrategia se puso en marcha en mayo de este año y priorizó el sector de Suba Tibabuyes, a raíz de la proporción de denuncias que se recibieron en esa zona.
“Cuando empezamos a pensarnos qué está pasando en los conjuntos residenciales, evidenciamos que allí se presentan todo tipo de dinámicas que tienen que ver con convivencia en general, pero había un foco importante relacionado con la violencia en contra de las mujeres”, le dijo a PUBLIMETRO Juliana Cortés, subsecretaria de la Mujer.
La funcionaria también advirtió que hay una gran cantidad de población que se concentra en este tipo de espacios residenciales y, en esa medida, encontraron que hay necesidades puntuales frente a la violencia de género.
“Empezamos a evidenciar que algunos feminicidios ocurridos el año pasado y en el transcurso de este año se presentaron en las viviendas. Había discusiones de pareja y el entorno no conocía qué se debía hacer en estas situaciones”, explicó la subsecretaria.
Por ello, advirtió que la estrategia busca que las personas que hacen parte de las propiedades horizontales (administradores, vigilantes y copropietarios) tengan las herramientas y la información para identificar estas violencias y para aprender a reaccionar a estos hechos.
“Hacemos mucho énfasis en que la violencia en contra de las mujeres no es algo privado, que es lo que tenemos muy interiorizado en nuestra sociedad: ‘Yo no me meto en eso, es una relación de pareja. Yo ahí no voy a dar mi opinión’. En vez de eso, que los conjuntos residenciales se vuelvan lugares seguros para las mujeres”, anotó la subsecretaria Cortés.
Con esta estrategia, además, tienen la intención de prevenir que las situaciones de violencia escalen y que los actores involucrados en este tipo de situaciones puedan reconocer que se trata de un fenómeno sistemático.

