A dos semanas del atentado que dejó gravemente herido al senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay, su familia continúa aferrada a la fe y al poder de la oración. Así lo expresó públicamente su hermana, María Carolina Hoyos Turbay, quien compartió un emotivo mensaje tras una jornada de oración en el mismo lugar donde ocurrió el ataque, el parque El Golfito, en la localidad de Fontibón (Bogotá).
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“Esta vez habrá milagro”
A través de sus redes sociales, María Carolina compartió fotos del encuentro, en el que allegados, amigos y ciudadanos se unieron para orar por la recuperación de Uribe Turbay, quien permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe. En su publicación, recordó un momento íntimo que vivió con Miguel meses atrás, cuando ambos visitaron el sitio donde su madre, Diana Turbay, fue asesinada en 1991.
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“Jamás imaginé que, meses después, estaría yendo al lugar donde atentaron contra ti. Otra vez mi corazón latía con locura... Pensé —con fe— que esta vez la historia no se repetirá. ¡Esta vez habrá milagro!”, escribió.
Enumeración de los “milagros” desde el atentado
En su mensaje, María Carolina destacó lo que considera señales divinas desde el momento del ataque. Entre ellos, mencionó que Miguel estuviera “más alto que su agresor”, la rápida llegada de la ambulancia, la presencia de médicos expertos y el cuidado permanente en la UCI. También resaltó la disciplina, la fe y el propósito de su hermano como elementos que lo mantienen con vida.
“Que tu historia inspire esperanza”, escribió, reconociendo la fuerza espiritual de la comunidad que ha orado por él incansablemente.
Presencia materna y consuelo espiritual
El momento más conmovedor de su publicación fue cuando habló de su madre fallecida:
“Nunca la había sentido tan cerca. Nunca había soñado tanto con ella. Cada vez que entro a tu cubículo en la UCI, la visualizo tomándote la mano. Sé que está ahí. Con San Chárbel. Con los ángeles. Y no se irá… hasta que se cumpla el milagro”.
El mensaje concluyó con un llamado a la unidad familiar y a mantener viva la esperanza. En medio del dolor, María Carolina Hoyos reflejó la fe inquebrantable con la que su familia enfrenta esta tragedia.