El atentado sicarial perpetrado el 7 de junio contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay continúa revelando elementos que dan cuenta de su complejidad y planeación a gran escala. Según revelaciones recientes, la ejecución del crimen habría contado con una inversión que oscila entre los 800 millones y los 1.000 millones de pesos, involucrando a una estructura de por lo menos 12 personas, incluyendo dos mujeres.
La información fue divulgada por la periodista Darcy Quinn, quien publicó en su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter): “Atención… entre 800 y mil millones de pesos se habría pagado por atentar contra Miguel Uribe y los implicados serían cerca de 12, al menos dos mujeres”.
Una red criminal con roles definidos
La Fiscalía ha logrado identificar a varios de los presuntos participantes. Entre ellos se encuentran:
- Alias “Gabriela” (Katerine Martínez Martínez), de 19 años, acusada de suministrar el arma al menor de edad que disparó.
- Carlos Eduardo Mora González, señalado de haber transportado a los autores materiales.
- Alias “el Costeño”, supuesto líder de la estructura, a quien se atribuye el control del teléfono celular encontrado en poder del adolescente implicado.
El ataque fue ejecutado por un joven de 14 años, quien hirió gravemente a Uribe Turbay con tres disparos. Durante su captura, el menor proporcionó información relevante, llegando a decir: “Yo les voy a dar los números. Déjenme levantar y déjenme darles los números”, frase que marcó un punto clave en el avance de la investigación.
Elementos clave: vehículos, armas y dinero
La logística del atentado incluyó el uso de al menos dos vehículos —un Volkswagen azul oscuro y un Chevrolet Spark gris—, los cuales ya están bajo custodia de las autoridades. Además, la pistola utilizada fue una Glock 9 milímetros modificada para disparar en ráfaga y cargada con munición alterada para incrementar su letalidad.
Los hallazgos indican que, aunque el sicario adolescente recibió una suma significativamente menor —unos 20 millones de pesos—, la operación completa movilizó cientos de millones más, probablemente para pagar a coordinadores, vehículos, armamento y otras tareas logísticas.
Investigación en curso y posibles conexiones internacionales
El caso ha conmocionado al país no solo por su impacto político, sino también por el nivel de organización y financiamiento detrás del ataque. El Gobierno ofreció una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que conduzca a los autores intelectuales, mientras que se investiga si existen conexiones con estructuras criminales transnacionales que operan desde el exterior, entre ellas posibles vínculos en Ecuador.
El presidente Gustavo Petro y diferentes figuras del espectro político han rechazado el atentado. Entretanto, Uribe permanece hospitalizado bajo estrictos cuidados, mientras la ciudadanía sigue de cerca una investigación que promete más revelaciones.