La historia de Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin Neriman Mucutuy, los cuatro hermanos indígenas que sobrevivieron 40 días en la selva del Guaviare tras un accidente aéreo, inicia un nuevo capítulo. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) anunció que los menores regresaron a su hogar, concluyendo un proceso prolongado de protección y acompañamiento que se extendió por más de dos años.
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Desde su rescate el 9 de junio de 2023, los niños fueron acogidos por el ICBF en condiciones de emergencia. Presentaban desnutrición, afectaciones emocionales y lesiones físicas derivadas de su prolongada exposición en la selva. De inmediato, se activó un esquema de atención integral con personal especializado.
“Desde aquel momento que conmovió al país, el Bienestar Familiar puso en marcha todas sus capacidades humanas y técnicas para rodear a Lesly, Soleiny, Tien y Cristin con afecto, contención y atención especializada”, señaló la entidad en un comunicado oficial.
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Una operación humanitaria sin precedentes
El primero de mayo de 2023, una avioneta con matrícula HK2803 se accidentó en plena selva cuando intentaba realizar un aterrizaje forzoso. Tres adultos, incluidos el piloto y la madre de los menores, perdieron la vida. Sin embargo, los cuatro hermanos sobrevivieron al impacto y emprendieron un recorrido en busca de ayuda, lo que dio pie a una operación de búsqueda masiva conocida como Operación Esperanza.
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Durante más de un mes, equipos militares e integrantes de comunidades indígenas rastrearon señales: huellas, objetos personales y restos de alimentos. Finalmente, el 9 de junio fueron encontrados con vida.
“¡Milagro, milagro, milagro!”, exclamaron las tropas al confirmar su hallazgo a las 5:14 p. m., en una remota zona selvática, a menos de 4 kilómetros del lugar del accidente.
El regreso al hogar y la promesa de un entorno protector
El retorno de los niños fue posible gracias al trabajo conjunto entre instituciones del Estado y la comunidad indígena a la que pertenecen. El ICBF resaltó que el proceso fue respetuoso de su identidad cultural y enfocado en fortalecer los vínculos familiares.
“Hoy, su regreso a casa representa mucho más que un cierre: es el inicio de una nueva etapa en la que la familia vuelve a ser el centro”, explicó la entidad. “Esta historia es un testimonio vivo de la resiliencia, del valor de la vida y del poder del trabajo conjunto cuando lo guía el amor por la niñez”.
Una historia que marcó a Colombia
Lo ocurrido con los hermanos Mucutuy se convirtió en símbolo de esperanza y resistencia, y sensibilizó a todo el país. Aunque las secuelas físicas y emocionales fueron profundas, la intervención oportuna del Estado permitió una recuperación que hoy se refleja en este esperado reencuentro familiar. La experiencia, además, dejó lecciones importantes sobre coordinación interinstitucional, respeto cultural y atención diferencial a la niñez en situaciones de emergencia.
Con su regreso a casa, se cierra una de las historias más conmovedoras de supervivencia infantil en Colombia, pero también comienza una etapa decisiva para su reconstrucción personal y comunitaria.