Las piezas del atentado que tiene en vilo al país empiezan a encajar. En una declaración obtenida por Semana, Carlos Eduardo Mora González, el conductor del vehículo que transportó a quienes coordinaron el ataque contra Miguel Uribe Turbay, ofreció detalles impactantes que exponen la estructura criminal detrás del atentado.
Mora fue capturado por la Fiscalía y no dudó en declarar. Según relató, el 6 de junio de 2025 fue contactado vía WhatsApp por un hombre conocido como el Costeño, quien le ofreció 5 millones de pesos para participar como conductor en una “vuelta”. El conductor, de origen venezolano, aceptó sin conocer la identidad de la víctima.
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“Me dijo que iba a hacer una operación de meterle plomo a alguien, que si yo le servía de patrulla me daba 5 millones”, dijo Mora ante los fiscales.
El vehículo, un Chevrolet Spark gris, fue el escenario en el que se cerró el trato sicarial. Mora explicó que recogió al Costeño y a una mujer, y más tarde al menor de edad que ejecutaría el ataque. En el trayecto, fue testigo de la entrega del arma y del momento exacto en que se le dio la orden al adolescente: “ya sabe qué tiene que hacer”.
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“Cuando llegamos al parque donde se iba a cometer el hecho, el Costeño le mostró el sitio al menor y le explicó cómo actuar. Luego lo dejaron en Bosa. El sábado, día del atentado, lo recogimos en el mismo lugar y le entregaron el arma en mi carro”, confesó.
Mora también mencionó la presencia de una mujer que guardó las pertenencias del sicario antes de que este se bajara del vehículo. Ella fue quien le pasó el arma al Costeño, y este, a su vez, se la entregó al joven.
“Se subieron al carro de nuevo como a los 15 minutos. El Costeño le decía: ‘Ya yo le mostré dónde es, usted llega al punto y cuando esté ahí me marca que yo le llego’”, detalló.
El testimonio confirma que el menor fue contratado por 20 millones de pesos para disparar, y que la organización detrás del crimen tenía roles definidos: quien coordinaba, quien entregaba el arma y quien ejecutaba.
Mora asegura que tras el atentado siguió trabajando con normalidad hasta que fue capturado. “Me di cuenta por redes sociales. Cuando vi la noticia, reconocí al chino. Yo dije: este fue el que yo recogí. Le conté a mi esposa: lo hecho, hecho está”.
La declaración del conductor es ahora una pieza clave para determinar los autores intelectuales del intento de homicidio que dejó a Miguel Uribe gravemente herido. El senador permanece en cuidados intensivos en la Fundación Santa Fe, mientras las autoridades aceleran la investigación con base en este testimonio, que podría abrir nuevas líneas sobre una red sicarial que operó con absoluta frialdad.