Desde el pasado sábado, 7 de junio, Miguel Uribe Turbay lucha por su vida en una Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe en Bogotá, en donde recibe atención especializada luego de haber sido víctima de un atentado en el que un menor de 14 años le disparó en dos oportunidades a la cabeza y una en una pierna.
Los partes médicos compartidos se han convertido en la luz de la esperanza tanto para su familia como para el resto de colombianos que están atentos a su evolución.
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Posibles secuelas con las que podría quedar Miguel Uribe Turbay si logra sobrevivir
En uno de los más recientes partes médicos se lee que “existen indicios de mejoría neurológica dada por una disminución en el edema cerebral”.
El médico neurocirujano Harold Úsuga habló con El Colombiano y se refirió a la evolución del estado de salud y cuál es su posible pronóstico.
Üsuga indicó que “el objetivo inicial con la cirugía que se le realizó viene surgiendo los efectos esperados que era, inicialmente, prevenir la muerte del paciente. En estos momentos se está trabajando en evitar los daños secundarios que pueden aparecer después del trauma y después del control del edema cerebral con la monitorización neurológica y manteniéndolo con un soporte ventilatorio y una adecuada oxigenación, así como con unas cifras tensionales adecuadas para garantizar un flujo sanguíneo cerebral que responda a las demandas del sistema nervioso”.
Además, aseguró que se le ha dado el manejo adecuado y que lo ha mantenido “con una estabilidad hemodinámica favorable y disminuyendo el edema cerebral”.
“El tiempo que el doctor Miguel va a requerir bajo sedación y soporte ventilatorio mecánico es el que el paciente necesite. Para eso no hay un tiempo estipulado definitivo. Todo se va resolviendo y se van tomando decisiones en la medida en que, de acuerdo con los controles imagenológicos y con tomografía, se observe que el edema cerebral no es lo suficientemente significativo“.
Asimismo, indicó que este tipo de lesiones “comprometen la línea media y en este caso el seno sagital y las áreas motoras, como en este caso, uno esperaría que el paciente probablemente tenga secuelas en la movilidad de una parte del cuerpo o de ambas partes del cuerpo y también problemas del lenguaje”.
Sin embargo, aseguró que “esas secuelas podrían ser parciales y en alguna medida mejorar con el tiempo porque normalmente después de una lesión así, cuando el cerebro está inflamado, hay algunas áreas que quedan parcialmente afectadas. Pero en la medida que va disminuyendo la inflamación y el sangrado, esas áreas pueden recuperarse".

