El presidente Gustavo Petro volvió a encender las alarmas por su seguridad personal, luego de afirmar que en Bogotá habría existido un intento de atentado en su contra. Según sus declaraciones, el hallazgo de dos carcasas de lanzagranadas en la calle 6 con carrera 30 —una vía frecuentemente transitada por su caravana— representaría un nuevo episodio dentro de lo que considera una serie de amenazas sistemáticas.
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El descubrimiento de los objetos ocurrió el pasado 20 de febrero, aunque fue dado a conocer públicamente en días recientes. A través de su cuenta en la red social X, el jefe de Estado publicó una imagen de los elementos y lanzó duras críticas contra la Policía Nacional.
“Que miembros de la Policía hayan ocultado el encuentro de estas armas antitanque, capaces de romper el blindaje de cualquier carro, es quizás más grave que el hecho”, escribió.
Además, Petro aseguró que el episodio no es aislado y vinculó la presunta amenaza a sectores de extrema derecha.
“En la extrema derecha mafiosa la orden está dada”, afirmó, añadiendo que su protección proviene de la ciudadanía: “Mi protección es del pueblo”.
El mandatario también mencionó antecedentes. Según él, no es la primera vez que recibe alertas sobre amenazas, y aseguró que incluso una embajada extranjera ya le había advertido de un posible atentado:
“La primera información de un atentado la suministró la embajada de los Estados Unidos para el 20 de julio del año pasado”.
La versión de la Policía contradice al presidente
Sin embargo, tanto la Alcaldía de Bogotá como la Policía Nacional ofrecieron una versión distinta de los hechos. El secretario de Seguridad, César Restrepo, aclaró públicamente que el caso fue investigado y no se encontró evidencia de que las carcasas representaran una amenaza real.
Según las autoridades, los objetos fueron sacados a la basura por una ciudadana que los conservaba por motivos personales, dado que tenía un familiar que había pertenecido a las Fuerzas Militares. La Policía corroboró que eran piezas inertes, sin carga explosiva ni capacidad funcional.
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Por su parte, un comunicado oficial de la institución indicó que un habitante de calle entregó las carcasas tras encontrarlas entre escombros. La revisión técnica determinó que no representaban riesgo alguno.
“Ese mismo día y tras la verificación por parte del personal antiexplosivos y la judicialización del hallazgo, se determinó que estos elementos son de un solo uso y ya no son funcionales, además no contaban con munición”, se lee en el comunicado.
La Fiscalía General de la Nación recibió formalmente los elementos el 22 de febrero. También se verificaron las cámaras de seguridad del sector, identificando a la persona que dejó los restos allí.
Mientras tanto, las declaraciones del presidente han generado controversia, alimentando el debate sobre la tensión entre el Ejecutivo y las instituciones de seguridad, así como sobre el manejo de la información en temas sensibles de orden público.