El 26 de mayo, en medio de un ambiente político cada vez más polarizado y un creciente interés por la vida privada de los mandatarios, el presidente Gustavo Petro se convirtió nuevamente en tendencia. Esta vez, por una publicación realizada en Instagram con motivo del cumpleaños número 49 de la primera dama, Verónica Alcocer. La atención no se centró en la felicitación en sí, sino en el tono con el que fue escrita y el simbolismo de la imagen compartida.
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A través de sus historias de Instagram, Petro publicó una fotografía antigua donde aparece junto a Alcocer, acompañada por un breve mensaje:
“Feliz cumpleaños a esta gran mujer y madre de mis hijos: Antonella, Sofía y Nicolás. Gracias por todo”.
Reacciones: entre el escepticismo y la crítica abierta
La publicación, aunque aparentemente protocolaria, provocó una oleada de comentarios en plataformas digitales. Para muchos usuarios, el mensaje fue interpretado como frío y carente de emoción, lo que avivó las especulaciones sobre el estado actual de la relación entre el mandatario y la primera dama.
Entre las respuestas más compartidas en redes se leyeron expresiones como: “Y dónde dejó al de Panamá”; “Qué necesidad de fingir que siguen juntos”; o “Petro no sirve ni para enviarle un mensaje bonito a la esposa”. Este tipo de comentarios reflejan el nivel de escrutinio público que ha rodeado a la pareja presidencial en los últimos meses.
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De una primera dama visible a una figura discreta
Durante los primeros meses del actual gobierno, Verónica Alcocer tuvo una presencia destacada en la agenda oficial. Su papel como primera dama fue motivo de debate, tanto por su nivel de exposición como por el personal que la acompañaba en sus actividades institucionales. Esta situación generó críticas por el uso de recursos públicos, lo que eventualmente llevó a una disminución de su visibilidad.
Además, un episodio ocurrido durante una visita presidencial a Panamá contribuyó a alimentar rumores sobre una posible crisis en la relación. En esa ocasión, circuló una grabación donde el presidente aparecía caminando de la mano con una mujer distinta a su esposa. Si bien no se emitieron declaraciones oficiales para aclarar el hecho, la percepción pública ya se había visto alterada.
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Durante la campaña presidencial de 2022, Gustavo Petro y Verónica Alcocer proyectaron la imagen de un matrimonio sólido y colaborador. Alcocer acompañó de cerca al entonces candidato, relatando historias personales que reforzaban la idea de una familia unida frente a la adversidad. No obstante, ese relato parece haber perdido fuerza en el contexto actual, donde la cercanía emocional entre ambos ha sido puesta en duda por múltiples sectores.
El reciente saludo de cumpleaños, sin referencias afectivas ni menciones personales fuera del ámbito familiar, termina reforzando la percepción de distancia. Y aunque la publicación pudo haber tenido la intención de ser respetuosa y sobria, para muchos observadores terminó siendo un recordatorio de la creciente desconexión pública entre el presidente y la primera dama.