La periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila volvió a ser tendencia nacional tras defender enérgicamente su propuesta de entregar un millón de pesos a cada recién nacido en Colombia. La iniciativa, según Dávila, no solo busca incentivar el ahorro y la inversión desde la cuna, sino también generar oportunidades de capital para las nuevas generaciones.
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La controversia estalló cuando algunos de sus opositores compararon su propuesta con políticas estatales de control poblacional como la del Partido Comunista Chino, que durante décadas impuso la política del hijo único. En respuesta, Dávila fue tajante:
“Hanwen, no siga confundiendo. Con mi plan de darle 1 millón de pesos a cada niño o niña que nace en Colombia, más el incentivo del ahorro de los padres, 100% deducible de impuestos, a un interés compuesto del 10%, un joven que nace hoy tendría 243 millones de pesos cuando cumpla 18 años”, explicó.
La periodista contrastó su modelo con el sistema chino, señalando que allá se forzó a millones de familias a abortar, entregar a sus hijos en adopción o incluso abandonarlos, lo que dejó un preocupante desbalance poblacional: actualmente, China tiene 34 millones más de hombres que de mujeres.
Además, Dávila señaló que su propuesta está anclada en una visión de país que prioriza la inversión nacional frente al consumo de productos extranjeros:
“Mientras en China el 41% del PIB está compuesto por inversión, en Colombia es el 14,7%. Ustedes lo que quieren es que les sigamos comprando y consumiendo sus productos endeudándonos. No. Vamos a invertir en las empresas colombianas, en el desarrollo del talento colombiano, y en las nuevas generaciones”.
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Finalmente, defendió que su propuesta ayudaría a combatir lo que llamó el “virus socialista” y permitiría que los jóvenes del país lleguen a la adultez siendo propietarios de capital, rompiendo el ciclo de dependencia y pobreza estructural.
“Colombia tiene que retomar su rumbo y volver a ser un ejemplo de crecimiento y disciplina en América Latina”, concluyó.
La discusión sobre su propuesta continúa creciendo en redes sociales, en donde seguidores y detractores debaten no solo la viabilidad económica de su idea, sino también su trasfondo ideológico.
