Este viernes 9 de mayo, el juicio que se adelanta contra el expresidente Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos y fraude procesal vivió una jornada fuera de lo común en los juzgados de Paloquemao, Bogotá. La defensa del exmandatario optó por no llamar a testificar a Santiago Uribe, su hermano, y en su lugar presentó como testigo a uno de sus propios abogados: Juan Felipe Amaya.
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Amaya, quien ha sido una de las voces más activas en la defensa del expresidente, fue interrogado por otro miembro del mismo equipo jurídico. La situación, aunque inusual, está contemplada dentro del marco legal, ya que el letrado había sido aprobado previamente como testigo por el Tribunal Superior de Bogotá, en el listado presentado a comienzos del juicio.
Durante su declaración, Amaya relató detalles sobre acercamientos con el narcotraficante Ramón Quintero Sanclemente, preso en una cárcel de Miami, para contrastar información que el exministro Andrés Felipe Arias había recibido. Según Amaya, esa información hacía referencia a un supuesto plan para vincular a Santiago Uribe con estructuras paramilitares, en retaliación por las extradiciones masivas de criminales durante el gobierno de Álvaro Uribe.
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El testimonio de Arias, también citado como testigo, no pudo llevarse a cabo debido a un viaje que el exministro emprendió al extranjero. Cabe recordar que Arias cumple una condena por el caso Agro Ingreso Seguro y que se encuentra en libertad bajo condiciones.
El juicio, que se adelanta desde febrero de este año, incluye una lista de más de 70 testigos por parte de la defensa. Algunos de los delitos por los que Uribe es investigado podrían prescribir en octubre de 2025, lo que añade presión al calendario judicial.
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El proceso continuará el lunes 12 de mayo, cuando se espera la declaración de Mario Uribe Escobar, primo del expresidente. Mario Uribe ha sido señalado como la persona que, presuntamente, estableció el primer contacto con el abogado Diego Cadena, conocido por su controvertido rol en la búsqueda de testigos favorables a Álvaro Uribe, algunos de ellos exparamilitares.
El juicio se mantiene como uno de los casos judiciales más emblemáticos y seguidos del país, tanto por la magnitud de las figuras involucradas como por su impacto político.