La propuesta que buscaba permitir la movilidad entre partidos políticos sin sanción, conocida como reforma del transfuguismo, fue archivada este martes por la plenaria del Senado de la República, tras una votación que reflejó una clara división frente a la iniciativa respaldada por el Gobierno y los sectores progresistas del Congreso.
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El proyecto, clave para la consolidación de un partido único de izquierda liderado por el Pacto Histórico, fue desestimado por 55 senadores que votaron a favor de su archivo, frente a 29 que se opusieron. La decisión se tomó tras una proposición presentada por la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, que encontró respaldo entre diversos bloques legislativos.
“Una nueva derrota para el Pacto Histórico, la plenaria del Senado acaba de archivar la Reforma Constitucional del transfuguismo. Lo logramos contra todo pronóstico, los partidos consideraron los argumentos que veníamos expresando desde la Comisión Primera y decidimos archivar esta iniciativa que iba en contravía de principios democráticos, privilegiaba los personalismos y defraudaba la ciudadanía permitiendo a cualquier integrante de Corporación Pública cambiar de partido cuando se le diera la gana”, afirmó el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical.
Por su parte, Carlos Meisel, del Centro Democrático, subrayó que la decisión también se tomó en defensa de la institucionalidad: “No se puede debilitar la democracia y debe existir una militancia sólida, eso es claro”.
El transfuguismo: un proyecto recurrente del progresismo
Desde que el Pacto Histórico llegó al poder, ha promovido varias iniciativas legislativas orientadas a facilitar la conformación de un bloque político homogéneo, entre ellas la figura del transfuguismo. Este mecanismo habría permitido a congresistas y funcionarios públicos cambiar de partido sin perder su investidura o enfrentar sanciones por doble militancia.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la reforma fracasa. En anteriores ocasiones, como en el debate de la reforma política, ya había sido retirada por contener artículos polémicos, conocidos como ‘micos’, que buscaban beneficios como la reelección de congresistas o el paso directo de legisladores a cargos ministeriales.
El nuevo hundimiento de la propuesta complica el panorama para las aspiraciones del petrismo de unificar las fuerzas de izquierda en un solo partido con miras a las elecciones de 2026. Las tensiones internas dentro del bloque progresista y las diferencias ideológicas entre sus integrantes se mantienen como obstáculos importantes.
Pese al revés, sectores afines al Gobierno intentaron defender el proyecto argumentando que se trataba de una herramienta para fortalecer la democracia multipartidista. No obstante, la mayoría del Senado consideró que, por el contrario, debilitaba los principios democráticos al facilitar el cambio de partido por conveniencia política.
