El exciclista colombiano Lucho Herrera protagonizó un tenso enfrentamiento con manifestantes que vandalizaron su estatua en Fusagasugá, luego de que dos exparamilitares lo vincularan a la desaparición de cuatro campesinos en Cundinamarca en 2002. El incidente fue grabado en video, donde Herrera argumento la presunción de inocencia y aseguró que entregará todos los detalles a las autoridades para corroborar que dice la verdad.
El 24 de abril, un grupo de manifestantes defensores de las víctimas del conflicto armado se congregó en inmediaciones de Fusagasugá para exigir justicia por la violencia paramilitar en Cundinamarca, especialmente por las desapariciones forzadas de campesinos. En el marco de la protesta, decidieron vandalizar la estatua de Lucho Herrera, exciclista y campeón de la Vuelta a España de 1987, en un acto simbólico en el que pintaron la figura de rojo y colocaron un fusil a su lado.
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El enfrentamiento verbal comenzó cuando Herrera, al enterarse de la protesta, decidió acudir al lugar para responder a las acusaciones. En el video que circuló rápidamente en redes sociales, se observa al exciclista hablando con los manifestantes, quienes lo vinculan a crímenes cometidos por grupos paramilitares en la región.
“Estoy dando la cara y me duelen estas cosas”, expresó Lucho Herrera, mientras los manifestantes insistían en la gravedad de las acusaciones. Uno de ellos le respondió: “¿Imagínese cómo le duele al país que una figura como usted sea mencionado en algo tan grave?”.
A medida que la conversación avanzaba, las tensiones aumentaron. Una mujer, visiblemente indignada, le gritó: “Esperamos vaya preso por sus acciones... nosotros creemos en las víctimas”. En respuesta, la pareja de Lucho defendió al exciclista diciendo: “Lucho no ha hecho nada (…) Eso lo dirá la justicia”.
Acusaciones contra Lucho Herrera
Este cruce de palabras se dio en el contexto de graves acusaciones contra Herrera. Dos exparamilitares encarcelados testificaron recientemente, acusando al exciclista de haber pedido a las Autodefensas Campesinas de Casanare que asesinaran o desplazaran a cuatro campesinos, vecinos suyos, a quienes acusaba de ser milicianos de la guerrilla. Según su testimonio, Herrera entregó a los paramilitares dinero y fotos de las víctimas.
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A raíz de estas declaraciones, la Fiscalía General de la Nación ha iniciado una investigación formal. El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Fusagasugá ordenó que se realice una diligencia de exploración y exhumación en la finca de Herrera, ubicada en Silvania, Cundinamarca, donde según los testimonios de los exparamilitares, podrían encontrarse los restos de los desaparecidos.
Por ahora, el exciclista se mantiene firme en su defensa y asegura que dejará que la justicia se encargue de esclarecer los hechos. Sin embargo, la situación ha encendido un debate sobre la posible implicación de figuras públicas en crímenes de lesa humanidad, y la necesidad de que se haga justicia para las víctimas del conflicto armado.

