La ciudad de Bogotá volvió a ser testigo de una dolorosa tragedia que refleja la persistente violencia de género en Colombia. Yesika Paola Chávez Bocanegra, una joven llena de vida y querida por quienes la rodeaban, fue asesinada por su expareja, el subintendente activo de la Policía Nacional Andrés Julián Mesa Ramírez, el pasado 22 de abril en una peluquería de Ciudad Bolívar.
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El agresor, vestido de civil pero con un casco policial, irrumpió en el lugar, desenfundó su arma y disparó contra Yesika en al menos diez ocasiones. Luego, se quitó la vida antes de ser detenido. Este crimen ha generado indignación nacional y ha avivado el debate sobre la protección efectiva de las mujeres frente a sus agresores, incluso cuando estos hacen parte de las instituciones del Estado.
Las palabras de la madre de Yesika Paola tras el feminicidio
Durante una velatón organizada en honor a Yesika, su madre, Luz Mirian Morales, rompió el silencio para expresar el profundo dolor que embarga a su familia. La recordó como una mujer noble, alegre y solidaria.“Es una cosa que uno no puede superar. La familia ha sido muy unida. Mi niña era la reina de la casa y partió de una manera que nunca pensamos”, expresó conmovida, en declaraciones recogidas por Noticias Caracol.
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Entre lágrimas, también hizo un llamado urgente a los padres de familia en Colombia:“De todo corazón, les pido a las familias que miren con quién se mete cada hijo o hija”, advirtió.
La comunidad del sector donde ocurrió el feminicidio se ha unido para exigir justicia y acciones reales contra la violencia machista. Amigos, vecinos y conocidos participaron en actos simbólicos, recordando la luz que Yesika representaba para quienes la conocieron.
El sepelio de la joven se realizará este 26 de abril en Chaparral, Tolima, su tierra natal. Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación del caso, manejando como principal hipótesis un historial de violencia intrafamiliar que habría llevado a Yesika a terminar la relación. Pese a ello, el uniformado no aceptó la decisión y cometió el crimen.
Mesa Ramírez, según se ha sabido, tenía antecedentes por maltrato, lo que plantea interrogantes sobre los mecanismos de control dentro de la Policía y la falta de medidas eficaces para prevenir este tipo de hechos.

