La operación militar que desde hace semanas barre la selva del Araracuara —en los límites de Caquetá y Amazonas— tropezó con un hallazgo tan inusual como revelador. En medio de la vegetación, comandos de selva localizaron un campamento recién abandonado.
Entre mochilas rotas, restos de alimentos y cartuchos vacíos, sobresalían figuras talladas en madera, muñecos envueltos con hilos rojos, velas negras y pergaminos con mantras escritos a mano. Junto a ellos, los soldados hallaron gafas de aumento especial y un portátil que, según inteligencia, pertenecen al propio Néstor Gregorio Vera Fernández, más conocido como alias Iván Mordisco.
Los expertos del Ejército que inspeccionaron la escena concluyeron que los objetos formaban parte de rituales de magia negra dirigidos a blindar espiritualmente al cabecilla. La presencia de amuletos suministrados por chamanes de la región amazónica sugiere que Mordisco confía tanto en la selva como en fuerzas sobrenaturales para evadir la captura.
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Una cacería de mil hombres
El despliegue contra Mordisco es el mayor desde la firma del acuerdo de paz de 2016. Más de mil soldados, apoyados por helicópteros artillados, aeronaves no tripuladas y caninos de rastreo, avanzan en equipos de cinco para cubrir cada sendero y brazo del río. Las constantes lluvias han convertido muchas veredas en lodazales, obligando a los uniformados a pernoctar sobre plataformas improvisadas y a abastecerse por lanzamientos aéreos.
Pese a la intensidad del cerco, la densa vegetación juega a favor del fugitivo. Informes de inteligencia indican que Mordisco se desplaza con un anillo de apenas cinco personas, tres de ellas mujeres indígenas a quienes habría reclutado y formado como guardaespaldas.
Un líder cada vez más vulnerable
El esquema de seguridad reducido aumentan las posibilidades de localización. No obstante, la fuente castrense advierte que el líder disidente ya no duerme en campamentos: se refugia en pequeñas caletas bajo raíces gigantes o plataformas colgantes, cambiando de lugar cada anochecer. También ha multiplicado el uso de rutas fluviales sobre los ríos Caquetá y Putumayo, que conoce al detalle desde sus años de contrabando y narcotráfico.
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En Puerto Santander (Amazonas), durante una reciente refriega, una de las mujeres de su círculo murió al caer al río mientras ayudaba a Mordisco a escapar.
Recompensa millonaria y fracturas internas
Para capitalizar ese desgaste, el Ministerio de Defensa elevó la recompensa a 4.450 millones de pesos (más de un millón de dólares). El objetivo es incentivar a mandos medios descontentos a traicionarlo. Los analistas señalan que la alianza de Mordisco con algunos frentes vecinos se ha resquebrajado por la distribución de ganancias del narcotráfico, lo que deja al líder con menos refugios seguros.
Simultáneamente, las tropas han conseguido bajas sensibles en su estructura: en las últimas operaciones fueron abatidos alias Paisa o Duver y alias Pollo Purino, y se capturó a cuatro combatientes en flagrancia. Además, dos menores reclutados fueron rescatados y puestos bajo protección del ICBF.