En un nuevo episodio de violencia en el Catatumbo, un ataque con dron explosivo sacudió la tarde del jueves 10 de abril el caserío de Filo El Gringo, en el municipio de El Tarra, Norte de Santander. Según información preliminar, el artefacto habría sido lanzado por disidencias de las FARC en contra de miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), intensificando así la confrontación entre ambos grupos armados ilegales que disputan el control del territorio.
En el video que circula en redes sociales se observa el momento exacto del ataque: varios hombres, identificados como presuntos integrantes del ELN, corren en distintas direcciones intentando resguardarse mientras una explosión sacude el lugar. Las imágenes muestran escenas de pánico y confusión, con personas escondiéndose detrás de muros y árboles, en un claro intento por protegerse del impacto.
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El artefacto explotó cerca de una vivienda del sector, causando heridas a tres personas, según lo confirmaron las autoridades locales. Aún no se ha precisado si los heridos pertenecen al grupo armado o son civiles residentes de la zona. Las autoridades investigan los hechos y analizan el video como parte de las pruebas para establecer responsabilidades.
Este nuevo ataque se suma a una serie de enfrentamientos registrados en la región del Catatumbo, una de las más golpeadas por el conflicto armado y el narcotráfico en Colombia. Organismos defensores de derechos humanos han reiterado su llamado urgente al cese de hostilidades y a la protección de la población civil.
Crisis en el Catatumbo
Según cifras de la Defensoría del Pueblo, más de 12.000 personas fueron desplazadas en 2023 en la región del Catatumbo a causa de los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC, convirtiéndose en una de las zonas con mayor flujo de desplazamiento forzado en el país. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) también reportó que en lo corrido de 2024, más de 3.500 personas han sido afectadas por esta situación, muchas de ellas comunidades rurales e indígenas que han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad.