El asesinato de Jesús Hernando Sánchez Sierra, ocurrido el pasado 6 de abril en el norte de Bogotá, ha reactivado una serie de investigaciones judiciales ligadas al mundo de las esmeraldas, el narcotráfico y presuntos vínculos con figuras políticas. Sánchez Sierra fue ultimado por un francotirador, en lo que se sospecha forma parte de una cadena de crímenes que incluiría también la muerte de Juan Sebastián Aguilar, alias “Pedro Pechuga”.
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Ambos nombres habrían figurado en una presunta “lista negra” elaborada en el centro penitenciario La Picota, con el objetivo de identificar a personas que habrían colaborado con las autoridades estadounidenses en procesos judiciales contra figuras del denominado clan de Horacio Triana y de Pedro Orejas.
Eduar Triana responde a señalamientos y defiende su trayectoria
El caso tomó un nuevo giro cuando fue mencionado el nombre del representante a la Cámara por Boyacá, Eduar Triana Rincón, hijo de Horacio Triana. Aunque su nombre apareció en un testimonio entregado a la Fiscalía, el congresista emitió un comunicado en el que rechazó categóricamente cualquier vínculo con los hechos.
“Los hechos narrados por el periódico El Tiempo, que presuntamente ocurrieron en el centro carcelario La Picota, datan de varios años atrás, y sobre los mismos ya se han adelantado diferentes actuaciones judiciales y procesales, de las cuales nunca he sido vinculado, ni como parte ni como testigo”, señaló.
También hizo énfasis en su hoja de vida en el servicio público. Recordó su paso como alcalde de Maripí entre 2016 y 2019 y subrayó que su gestión fue reconocida a nivel local. Desde 2022 ocupa una curul en la Cámara, donde ha promovido iniciativas relacionadas con las necesidades de Boyacá.
“Reitero y aclaro, una vez más, que no tengo absolutamente nada que ver con los hechos narrados por la Unidad Investigativa de El Tiempo, y que no puede hacerse carrera en intentar vincularme injustamente, y sin ninguna prueba, con cualquier situación en que se vean involucrados personajes oriundos de la provincia del occidente de Boyacá”.
Tensión política y judicial en torno al caso
Las recientes declaraciones de Triana se dan en medio de la presión por parte del Centro Democrático, partido al que pertenece, que le solicitó fijar una posición clara frente a las acusaciones. La colectividad busca tomar distancia de cualquier señalamiento que pueda perjudicar su imagen pública.
El caso sigue abierto, y con él también las preguntas sobre la relación entre la política y los históricos conflictos que han marcado el negocio de las esmeraldas en Boyacá. Mientras tanto, las autoridades continúan la investigación de los asesinatos y el posible entramado criminal detrás de la lista elaborada en La Picota, la cual, de confirmarse, evidenciaría una peligrosa red de retaliaciones al interior de clanes con largo historial en actividades ilícitas.
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