Durante una extensa audiencia realizada este jueves 10 de abril, la Fiscalía General de la Nación solicitó oficialmente la preclusión del proceso penal contra Andrés Camilo Sotelo Torres, investigado por el homicidio de Juan Felipe Rincón Morales, hijo del general retirado William Rincón.
Sin embargo, el Juzgado 65 Penal de Bogotá decidió aplazar la diligencia hasta el próximo 4 de junio, luego de que se presentaran nuevos documentos no compartidos previamente con la defensa. A pesar del aplazamiento, la Fiscalía expuso durante más de dos horas un paquete de evidencias que darían un giro decisivo al caso.
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“No es un arma de fuego”
Entre las pruebas clave presentadas por la fiscal del caso se encuentra el resultado del análisis del arma presuntamente usada por Sotelo. Según lo expuesto, el revólver incautado al acusado era en realidad una pistola de aire comprimido, inservible para disparar balas reales.
“Es decir, no es un arma de fuego (...) Eso hace que no sea plausible que la Fiscalía continúe endilgándole el delito de homicidio agravado al señor Sotelo”, señaló la delegada.
Adicionalmente, las pruebas de residuos de disparo arrojaron que Sotelo no tenía rastros de pólvora en sus manos, mientras que el escolta del joven fallecido, Sergio Felipe Rico, sí dio positivo. Esto se suma a testimonios contradictorios y nuevos videos que muestran al escolta amenazando con un arma a personas en la escena del crimen, segundos antes de que Rincón cayera herido.
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Un engaño que terminó en tragedia
El caso tomó un giro aún más complejo cuando la Fiscalía reveló que Rincón fue llevado intencionalmente al lugar de los hechos por una menor de edad, en un supuesto intento por quitarle su celular como parte de una confrontación relacionada con insinuaciones sexuales hacia una niña de 10 años.
Estas afirmaciones contrastan con la versión del general Rincón, quien sostiene que su hijo fue víctima de un engaño orquestado por adultos a través de redes sociales. El padre del fallecido ha mostrado videos donde la menor involucrada reconoce haber sido manipulada por una supuesta banda de extorsión.
¿Quién disparó realmente?
El análisis balístico confirmó que los seis casquillos hallados en la escena corresponden a una sola arma, y que la distancia del disparo fatal fue mayor a 1.5 metros, un dato que pone en duda la versión de que Sotelo haya actuado directamente contra Rincón.
Además, el video de seguridad revelado por la Fiscalía muestra que a las 11:29 a. m., Juan Felipe ya no estaba siendo agredido, y aún seguía con vida. Minutos más tarde, cae al suelo sin que la cámara registre el momento exacto del disparo.
La Fiscalía ha reiterado que las pruebas técnicas, testimoniales y visuales apuntan a una reconstrucción distinta de los hechos, por lo cual ha solicitado el archivo definitivo del caso contra Andrés Sotelo.
La decisión final quedará en manos del juez durante la próxima audiencia del 4 de junio.