El proceso penal que involucra a Sandra Liliana Ortiz Nova, exconsejera presidencial para las Regiones, avanza hacia una etapa definitiva. El próximo 12 de junio, a las 8 de la mañana, deberá comparecer ante el Juzgado Octavo Especializado de Bogotá, donde se formalizará la acusación en su contra por los delitos de lavado de activos y tráfico de influencias, en el marco de la red de corrupción descubierta en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
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Un nuevo aplazamiento y un límite impuesto por la justicia
Aunque la audiencia había sido agendada inicialmente para el 10 de abril, la defensa de la exfuncionaria solicitó una reprogramación, alegando que esperaba una respuesta oficial sobre un principio de oportunidad. Según explicó el abogado Oswaldo Medina, “la defensa venía adelantando conversaciones con la Fiscalía, mismas que se han visto interrumpidas, razón por la cual se requiere un tiempo razonable para realizar reuniones con mi prohijada de cara a la etapa de acusación”.
El juzgado accedió a esta solicitud, pero fue enfático en advertir que se trata de la “última vez” que permitirá un cambio de fecha para esta diligencia judicial.
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Fiscalía cierra la puerta a negociación con Sandra Ortiz
Mientras la defensa buscaba un acuerdo que suspendiera temporalmente la acción penal, la Fiscalía emitió un comunicado en el que descartó continuar con las conversaciones. El motivo: las fiscales del caso concluyeron que la información ofrecida por Ortiz resultaba “confusa, contradictoria y no sustentada en evidencias objetivas que corroboren sus afirmaciones”.
Desde el 18 de diciembre de 2023, la exconsejera permanece recluida en una guarnición militar, a la espera de los desarrollos de este proceso judicial.
De acuerdo con el documento que conoció en primicia la revista Semana, Ortiz habría desempeñado un rol determinante en la entrega de sobornos al senador Iván Name. “Sandra Liliana Ortiz Nova abordó a Olmedo de Jesús López Martínez y le preguntó si había hablado con Carlos Ramón González aclarándole que era ‘solo lo de Name’”, se lee en uno de los apartes del expediente.
Entre los detalles más delicados del caso se destaca un desayuno organizado por Ortiz en las residencias Tequendama, al que asistieron Sneyder Pinilla e Iván Name. Este encuentro, según la investigación, habría servido para coordinar la entrega de dinero ilícito.
El 12 de octubre de 2023, Ortiz habría instruido a Pinilla para trasladar una maleta con 1.500 millones de pesos a un apartamento cercano a Unicentro. Al día siguiente, la operación se repitió con las mismas condiciones logísticas: los fondos salieron desde la vivienda de la exfuncionaria, transportados en vehículos blindados.