En Colombia, el salario mínimo ha sido objeto de intensos debates entre los trabajadores, los empresarios y el Gobierno durante décadas. Cada año, en diciembre, se negocia el ajuste que regirá el año siguiente, un proceso clave que refleja las realidades económicas del país. Este artículo repasa cómo ha evolucionado el salario mínimo en Colombia desde el año 2000, destacando los aumentos más significativos y las proyecciones para 2025.
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Desde el inicio del milenio, el salario mínimo en Colombia ha experimentado tanto subidas históricas como aumentos modestos, dependiendo de las circunstancias económicas y sociales del momento.
En el año 2000, bajo la presidencia de Andrés Pastrana, el salario mínimo era de $260.100. Ese año, se dio un importante aumento del 10%, lo que lo elevó a $286.000. Este aumento continuó en 2001, cuando el salario creció otro 10%, consolidando el inicio del siglo XXI como una etapa favorable para los trabajadores en términos de incrementos salariales.
Sin embargo, no todos los años fueron tan generosos. Durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) y Juan Manuel Santos (2010-2018), los incrementos fueron más moderados, oscilando entre 4% y 7,67%. El aumento más alto de esta etapa ocurrió en 2009, cuando el salario mínimo alcanzó los $496.900, tras un incremento del 7,67%. Este aumento se produjo en un contexto de crisis económica global, derivada de la recesión de 2008.
En 2016, durante el gobierno de Santos, el salario mínimo se fijó en $689.454 con un aumento del 7%, aunque la falta de consenso en la mesa de negociación desató críticas tanto de sindicatos como de empresarios.
En los últimos años, los aumentos salariales han marcado récords históricos. Durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022), en 2022 el salario mínimo alcanzó por primera vez la cifra de $1.000.000, con un incremento del 10,07%. Este aumento fue ampliamente celebrado por los trabajadores, aunque causó preocupación en algunos sectores empresariales, que temían su impacto en los costos operativos y el empleo.
En 2024, bajo la administración de Gustavo Petro, el salario mínimo se fijó en $1.300.000, con un incremento del 12,07%. Este aumento, que fue el segundo mayor del siglo XXI, subraya la intención del gobierno de mejorar el poder adquisitivo de los colombianos en un contexto económico desafiante.
Proyecciones para 2025: ¿Qué podemos esperar?
Las negociaciones para el aumento del salario mínimo en 2025 están en marcha y se anticipa que el incremento sea alrededor del 6%. Este porcentaje está por debajo de los aumentos récord de los últimos tres años, pero sigue alineado con las subidas de años anteriores como 2018 (5,9%) y 2019-2020 (6%).
Si se materializa un aumento del 6%, el salario mínimo en 2025 podría alcanzar los $1.378.000, lo que representa un incremento significativo respecto a los años previos. Sin embargo, este aumento sería menor en términos porcentuales comparado con los dos aumentos más altos registrados recientemente.
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Una de las principales preocupaciones en las negociaciones salariales es el balance entre mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y no afectar la competitividad económica del país. A lo largo de los años, ha quedado claro que los aumentos salariales no siempre han ido de la mano con la inflación de manera proporcional.
Por ejemplo, en años como 2013 y 2015, los aumentos salariales fueron apenas suficientes para cubrir la inflación. En contraste, en 2022 y 2024, los aumentos salariales superaron ampliamente el índice inflacionario, lo que permitió a los trabajadores mejorar su capacidad de compra.