“Nosotros somos una empresa que si bien es global, actúa localmente. Y si a nuestra comunidad no le está yendo bien, a nosotros no nos va bien. Así que lo mejor que podemos hacer justamente es conectarnos con las necesidades de las comunidades para que nosotros podamos apoyar las soluciones que resuelvan en la medida de lo posible esos problemas. Y eso nos beneficia a todos como ecosistema”, dice Juan Pablo Corredor, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Coca-Cola para Colombia y Venezuela, quien se sentó en nuestra Silla de Gerentes:
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Coca-Cola lanzó una campaña y es la apuesta por capitanas, y no pensando en las futbolistas estelares, sino las capitanas en la casa, en la empresa, en el emprendimiento. ¿Qué son las capitanas de Coca-Cola?
Lo primero es decir que las capitanas son el ejemplo para Colombia, para la sociedad. Y justamente esa figura que es muy de la cancha de fútbol de la capitana, la que lidera, es lo que nosotros vemos en las mujeres de Colombia y de todo Latinoamérica. Con esta comunicación corporativa lo que estamos buscando es exaltar ese rol de liderazgo que las mujeres tienen en todas las comunidades. Entonces acá tenemos por ejemplo a Yuri Gutiérrez, que efectivamente es la capitana del Cazucá Fútbol Club, en Soacha, que trabaja con la Fundación Tiempo de Juego, que ha tenido una carrera deportiva interesantísima, pero que además su vida es un ejemplo para todos. Está también Mariana, que tiene su restaurante, que tiene su negocio propio, que es una migrante que llega al país y que ha logrado sacar su familia adelante. Y está también Diana, que es una mujer que tiene el oficio de recicladora, en uno de los programas que nosotros trabajamos y que efectivamente es un ejemplo de todo aquello que le contribuye a lo que muchas veces nosotros no nos hacemos cargo. Así que todas ellas son ejemplo de ese liderazgo, de ese poder de las mujeres que como sociedad tenemos que exaltar, y que con ocasión justamente de la Copa pues quisimos dar el mensaje de cómo tenemos que conectarnos y apoyar esas iniciativas.
Además, es una iniciativa que resalta un objetivo de desarrollo sostenible…
Exacto. Acá hay un punto importante que ha sido también el de los roles tradicionales que se ven sobre las mujeres y cómo transformamos como sociedad esa mirada mucho más enfocada al desarrollo a todos los roles y la igualdad que tiene que alcanzarse entre hombres y mujeres, para verdaderamente lograr un desarrollo sostenible.
¿Y cuál es la apuesta o el papel de Coca-Cola para un desarrollo sostenible?
El sistema Coca-Cola se conecta muy de cerca con la sostenibilidad, y esta COP en Cali es muy importante porque está ligada a biodiversidad y uno de los temas más importantes es cómo conservamos los ecosistemas. Nosotros en la compañía tenemos varios ejes, uno especialmente relacionado con evitar la contaminación por plástico. Tenemos una estrategia global que se llama “Un mundo sin residuos”, que tiene unas metas que coinciden con las metas de los ODS 2030 que en Colombia hemos venido desarrollando y que tal vez Coca-Cola es una de las empresas líderes en resultados en gestión adecuada de residuos sólidos, obviamente con nuestros empaques post-consumo y por supuesto al impulsar la industria y la cadena de valor del reciclaje. Hay mucha conversación alrededor de eso, pero nosotros estamos apostándole a reducir la cantidad de materia prima virgen que se requiere. Ahí estamos entonces, utilizando menos hidrocarburos, menos plásticos y promoviendo más el uso de materiales reciclados. Estamos impulsando el modelo de envases retornables que obviamente disminuye la cantidad de materia prima necesaria.
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También que es una tradición en este país…
¡Claro! Que la hemos tenido durante mucho tiempo, así que otra vez la estamos impulsando. Y una cosa que es muy importante para nosotros es que estamos trabajando con todas las organizaciones y la cadena de valor del reciclaje. Estamos en más de 300 municipios. Hemos trabajado con más de 10.000 recicladores de los 70.000 aproximadamente que hay en el país, y con varios socios que se dedican justamente a impulsar y apoyar estas organizaciones. Estamos justamente buscando recoger que es nuestra meta a 2030, el 100% de peso equivalente de nuestros materiales, utilizar al menos el 50% de resina reciclada en nuestros nuevos envases, impulsar cada vez más el porcentaje de ventas en envases retornables, y, por supuesto, que aligerar y hacer todas las alianzas posibles para poder sumar a ese cuidado de los ecosistemas en general.
Vea acá la entrevista completa con Juan Pablo Corredor
¿Qué lleva Coca-Cola a la COP 16 en Cali?
Nosotros estamos buscando que los las organizaciones con las que hemos trabajado históricamente puedan transmitir el mensaje del compromiso de Coca-Cola con el cuidado de los ecosistemas, con adelantar estos programas, que puede que no se vean tan directamente conectados con el ecosistema específico o algún tema específico de protección de diversidad, pero que para nosotros sí tiene una conexión muy profunda. Porque de nuevo, todo lo que los seres humanos y las industrias hacemos, pues definitivamente tiene un impacto de distintos tamaños sobre los ecosistemas. Así que nuestro mensaje, como ha ocurrido en muchos espacios, es: Coca-Cola es el líder de entre muchas empresas, que quiere mostrar que el sector privado está comprometido con vincularse con esos procesos y en sumar a las soluciones.
Una de esas soluciones fue lo que hicieron en Chocó…
Esta año hicimos la inauguración de una planta de tratamiento de agua, una planta potabilizadora en Istmina, Chocó. Istmina es un municipio que está a una hora y media de Quibdó; sabemos que las condiciones económicas y sociales del Chocó en general son muy difíciles y en Istmina logramos establecer una planta de tratamiento que recoge las aguas lluvias, que es el método tradicional con el que los chocoanos se han abastecido de agua porque no hay generalmente acueductos funcionando correctamente en los municipiosn y está ubicada en un colegio que cuando no estaba la planta suspendía clases porque no tenían agua potable ni para los baños, ni para el comedor, ni para el restaurante. Entonces lo que logramos ahí, fue con una tecnología muy básica, con el apoyo de un aliado que está metido en el tema, como es la Fundación Solidaridad por Colombia, instalamos esta planta potabilizadora. Estamos llegando más o menos al 28% de la población de Istmina. Son como 6.000 personas aproximadamente. Y hacemos un acompañamiento del proyecto durante cinco años para asegurarnos que no sea el elefante blanco que se quedó ahí y a la semana ya se cayó. Tiene unos paneles solares para cuando la luz no funciona muy bien para mover la bomba, reparamos el tanque alto que recoge buena parte de la lluvia y la verdad es que hemos tenido muy buenas noticias de la comunidad en esa recepción.