En un preocupante despliegue de represión, el régimen de Corea del Norte ha humillado públicamente a varias adolescentes por el simple hecho de ver dramas televisivos surcoreanos, publicó el medio australiano News. Las jóvenes, acusadas de consumir y distribuir este tipo de contenidos prohibidos en el país, fueron llevadas ante una audiencia pública y obligadas a pedir disculpas entre lágrimas, mientras los soldados vigilaban estrictamente el acto.
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Las imágenes, divulgadas por la emisora pública surcoreana KBS, mostraban a las adolescentes siendo arrestadas y llevadas con esposas ante la multitud. Este acto forma parte de la campaña del gobierno norcoreano para intensificar su control sobre el acceso a medios extranjeros, una práctica castigada severamente bajo las leyes del país.
Control férreo y represión extrema
En Corea del Norte, el consumo de medios extranjeros, especialmente de contenido surcoreano, está prohibido y castigado con sanciones que pueden ir desde la humillación pública hasta largas condenas en campos de trabajo o incluso la pena de muerte en los casos más extremos. Las imágenes de las adolescentes pidiendo perdón frente a micrófonos fueron utilizadas como una advertencia “educativa” para el resto de la población.
Esta represión se ha intensificado en medio de una crisis económica cada vez más grave, en la que el gobierno busca mantener un férreo control sobre la población. No es la primera vez que se ven castigos tan duros por consumir entretenimiento extranjero, pero la exhibición de adolescentes en este contexto ha generado una mayor condena internacional.
Medida que grafica a la dictadura de Kim Jong-un
Defensores de los derechos humanos, incluidos desertores de Corea del Norte, han condenado estas acciones. Jang Mi, quien desertó en 2020, expresó su sorpresa: “Es impactante ver a estudiantes de secundaria castigadas de esta manera, algo que no había visto antes”.
El castigo público a estas adolescentes expone una vez más la crueldad del régimen norcoreano, liderado por Kim Jong-un, en su esfuerzo por aislar a la población de cualquier influencia externa y mantener el control absoluto que ejerce la dinastía comunista.