En un ataque sin precedentes, Ucrania lanzó más de 140 drones sobre Moscú y otras regiones rusas, marcando uno de los episodios más intensos desde el inicio de la guerra en 2022, informó el diario británico The Sun.
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Fuego muy cerca el Kremlin
Este ataque masivo impactó áreas clave de la capital, provocando incendios y la muerte de una mujer en un edificio residencial en el distrito de Ramenskoye, a solo 48 kilómetros del Kremlin.
El suceso interrumpió los vuelos en tres de los cuatro aeropuertos principales de Moscú, desviando más de 40 vuelos y generando pánico entre los habitantes.
Los drones kamikazes ucranianos, que tienen la capacidad de destruir objetivos a gran escala, fueron desplegados en la noche del lunes. Las imágenes capturadas muestran edificios gravemente dañados, con incendios que se propagaron en pisos superiores de residencias.
A pesar de los esfuerzos de las defensas aéreas rusas, al menos 15 drones lograron penetrar el área de Moscú, y uno de ellos impactó directamente en la pista del aeropuerto Zhukovsky, lo que ocasionó una explosión y el desvío de vuelos.
Impacto en Moscú: caos en aeropuertos y zonas residenciales
El ataque de drones generó un caos generalizado en Moscú, especialmente en su infraestructura aeroportuaria. Los aeropuertos de Vnukovo, Domodedovo y Zhukovsky permanecieron cerrados durante casi siete horas, afectando tanto vuelos internacionales como domésticos.
El aeropuerto de Zhukovsky fue uno de los más afectados, con un incendio provocado por el impacto directo de un dron en su pista de aterrizaje.
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Zona residencial, en la mira
Además, varias áreas residenciales sufrieron daños severos. En el distrito de Ramenskoye, el impacto de un dron en un edificio de apartamentos causó la muerte de una mujer de 46 años y heridas a tres personas más.
Las autoridades rusas evacuaron de inmediato a los residentes de los pisos superiores, ya que el incendio se propagó rápidamente en los niveles 11 y 12 del edificio.
Las escenas fueron devastadoras, con bomberos y equipos de emergencia luchando para controlar las llamas y evitar más víctimas.
Respuesta de Rusia y consecuencias del ataque
La respuesta del gobierno ruso no tardó en llegar. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, afirmó que más de una docena de drones fueron derribados antes de que pudieran alcanzar sus objetivos en la ciudad.
Sin embargo, algunos de los daños, como la destrucción en la carretera Kashirskoye, cercana al aeropuerto de Domodedovo, se debieron a la caída de escombros de drones interceptados.
El Ministerio de Defensa ruso también informó que en total se destruyeron 144 drones ucranianos en diversas regiones del país, incluidas Bryansk, Lipetsk, Tula, Kaluga y Kursk.
A pesar de estos esfuerzos, el impacto psicológico y material del ataque en la población moscovita fue significativo.
En particular, la región de Kursk, situada en la frontera con Ucrania, se ha convertido en un punto caliente del conflicto.
Las fuerzas ucranianas han logrado controlar partes del área tras una emboscada a principios de agosto, lo que intensificó la presión sobre el gobierno ruso.
Un ataque sin precedentes en medio de una guerra prolongada
Este ataque masivo con drones es el más grande que Ucrania ha lanzado sobre Moscú desde que comenzó la guerra en febrero de 2022.
Las ofensivas rusas han estado centradas principalmente en ciudades ucranianas como Kiev, donde han causado la muerte de civiles y soldados.
Sin embargo, este golpe estratégico muestra un cambio en la dinámica del conflicto, con Ucrania buscando debilitar la moral rusa y atacar infraestructuras críticas.
El gobierno de Ucrania, liderado por Volodímir Zelenski, no ha emitido declaraciones oficiales sobre este ataque en particular.
No obstante, la utilización de drones en la guerra moderna se ha intensificado, y este episodio en Moscú subraya la capacidad de Ucrania para ejecutar operaciones a gran escala más allá de sus fronteras.
Por su parte, Rusia sigue lanzando ataques aéreos sobre Kiev y otras ciudades ucranianas, con el objetivo de debilitar al gobierno ucraniano y sus defensas.
Los civiles en ambas naciones siguen siendo las principales víctimas de este conflicto prolongado, que ha dejado miles de muertos y desplazados desde su inicio.
