En el marco de la Semana Mundial del Agua, Bogotá enfrenta un racionamiento de agua debido a la creciente escasez del recurso. Esta medida, aunque drástica, es fundamental para la preservación de la Reserva de Chingaza, la cual abastece de agua a gran parte de la capital. Ante este desafío, diversos sectores de la ciudad han tomado la iniciativa de implementar estrategias de ahorro y uso eficiente del agua, destacando especialmente los centros comerciales.
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Parque La Colina se ha posicionado como líder en prácticas sostenibles, adoptando medidas innovadoras para reducir su consumo de agua. Una de las acciones más notables es la instalación de sistemas avanzados de filtración que permiten reutilizar el agua de lluvia. Esta tecnología no solo reduce el uso de agua potable, sino que optimiza los recursos hídricos para actividades como el riego de áreas verdes y el funcionamiento de sanitarios, contribuyendo significativamente a la disminución del consumo de agua.
Asimismo, la incorporación de griferías y sanitarios de bajo consumo ha permitido que Parque La Colina reduzca su uso de agua en un 25%, demostrando cómo la tecnología puede ser un aliado clave en la conservación de recursos en grandes instalaciones.
Otros centros comerciales en Bogotá también han adoptado medidas significativas. El Centro Comercial Andino, por ejemplo, ha implementado un sistema de captación de agua de lluvia para el riego de sus áreas verdes, logrando una reducción del 20% en el consumo de agua potable. Por su parte, Gran Estación ha instalado tecnologías de ahorro de agua en sus baños y áreas de comida, disminuyendo su consumo en un 15%.
Estas iniciativas no solo reflejan el compromiso del sector privado con la sostenibilidad, sino que también aportan al esfuerzo colectivo por conservar la Reserva de Chingaza y asegurar un suministro de agua más sostenible para la ciudad de Bogotá.