Pastor Alape es tal vez uno de los pocos excomandantes de las Farc que aún se encuentra con vida y que decidió tomar los caminos de la paz. Hizo parte del secretariado de la guerrilla y compartió como pocos, con los fundadores y personajes más importantes de esta organización.
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Alape ingresó en el año de 1979 a las Farc, tenía 20 años de edad y una visión de cambiar el país a punta de las armas. Rápidamente se destacó militarmente en la estructura subversiva, compartió con el mayor ideólogo de la guerrilla y uno de los fundadores de las Farc, Jacobo Arenas, pues hacía parte de su guardia personal.
De allí pasó a conformar el Bloque Oriental, el frente más grande de las Farc que era comandado por Víctor Julio Suárez, alias el ‘Mono Jojoy’. Luego en el año de 1993 queda al comando del frente Magdalena Medio y es en esta estructura donde su figura se da a conocer.
En una tarde fría bogotana, en medio de un café, Pastor Alape dialogó con Publimetro en un gastrobar que pertenece a compañeros suyos de las Farc. Al lugar llega con un fuerte dispositivo de protección y no es para menos, asegura que “no está fácil el tema de seguridad”.
Alape ya tiene 65 años de edad, no elude sus culpas, sabe que es señalado de distintos crímenes y los está enfrentando ante la JEP. Habla pausado y es cordial, abierto a responder cada pregunta.
Publimetro: ¿Actualmente a qué se dedica usted?
Yo tengo una función de coordinador general de la implementación del acuerdo. Mi función en este momento es la promoción del acuerdo de paz y hacer esfuerzos por coordinar todas las instancias y los procesos que se desarrollan en cuanto a la implementación integral.
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PM: ¿Por qué decide ingresar a las Farc?
Yo llego a las Farc en 1979 en el contexto de una violencia bastante generalizada, en ese momento estábamos bajo el gobierno del presidente Turbay Ayala y había una ola de represión sostenida a partir de la Estrategia de Seguridad del Estado, que tenía un contenido muy fuerte sobre la visión del combate al enemigo interno.
Lo que demandaba que todo opositor o crítico del gobierno, era perseguido hasta la muerte.
Habían unos conceptos políticos, estamos también en una coyuntura de los movimientos de liberación nacional, ante la revolución nicaragüense, estaba El Salvador con una fuerza guerrillera con mucha influencia, de igual manera Guatemala y pues venía todo el contexto de lo que había sido la Revolución Cubana.
Vea la entrevista completa con Pastor Alape aquí:
PM: ¿Cuál fue el momento que más lo marcó en las Farc?
Hay momentos muy complejos como por ejemplo las masacres en el Magdalena Medio realizadas por los paramilitares, eso generaba una situación tanto emocional, de debate político y de accionar militar de cómo poder defender a las comunidades frente a esa ofensiva y los desplazamientos que se generaban.
PM: ¿De los comandantes de las Farc con cuál fue el que tuvo mejor relación?
A ver con Jacobo siempre fue una relación muy cercana de la orientación política, pues un hombre mayor, adulto uno lo miraba ya era pues como un abuelo, de igual manera con Manuel Marulanda. Lo mismo me pasó con Alfonso Cano, tenía con él una relación más horizontal que vertical, compartíamos pensamientos y liderazgos.
PM: ¿Cómo fue para las Farc el gobierno del expresidente Álvaro Uribe?
Durante el gobierno del presidente Uribe, insistimos en el acuerdo humanitario para lo que era la liberación de los prisioneros de guerra y los prisioneros políticos.
En cuanto a la confrontación, pues fue una confrontación desbordada tal vez, donde se elevaron los niveles y el deterioro, ya que él recibe el famoso Plan Colombia, donde se centra en gran parte en mostrar resultados a partir de lo que se conoce como los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales, de gente que no tenía nada que ver en el conflicto.
Por parte del Estado colombiano se desarrollaron acciones que violaron el Derecho Internacional Humanitario, como utilizar dos símbolos de la Cruz Roja. Fue un periodo de nuestra historia colombiana muy duro.
PM: ¿Por qué decidió apostarle a la paz?
La verdad la historia de las FARC siempre fue de búsqueda de la paz, la organización cuando surge desde Marquetalia buscó solidaridad en el país evitando que se estallara ese ese conflicto, con distintos gobierno quisimos hacer la paz pero no se pudo. Llega Santos y empiezan nuevamente los acercamientos, ya nosotros traíamos una visión política en nuestro plan estratégico, pues por una parte la acción movilizada de de las armas era buscar la insurrección popular, y por el otro lado estaba como parte del plan en su estrategia la solución política.
Encontramos en un análisis que hicimos, que este país lleva muchos años en guerra, había que mantener una la búsqueda de la paz y generar caminos de esperanza.
PM: ¿Qué opinión tiene de los que decidieron no apoyar la paz y ser disidentes?
Nosotros sentamos pues nuestra posición, no compartimos todavía de que habían todas las condiciones para poder derrotar esa estrategia del entrampamiento que los asustó y los hizo tomar esa decisión que los llevó a cometer ese error.
Nos costó más vidas y nos generó también a nosotros una situación muy compleja en cuanto a credibilidad, porque los sectores que se oponen a la paz lo utilizaron a su beneficio.
PM: ¿Cómo está el proceso de paz en la actualidad?
Hemos avanzado en cuanto a la implementación del acuerdo, no en el ritmo que consideramos, hay todavía inconsistencias de parte del gobierno, claro, falta de claridad en cuanto a la implementación, pero hay que reconocer que se ha avanzado en temas de tierras, por ejemplo.
Pera los firmantes tenemos una situación muy dramática, que es que los asesinatos contra nosotros se mantiene y pues esto ha generado situaciones humanitarias graves.
En cuanto a la paz total propuesto por el presidente Petro, nosotros hemos respaldado todas las acciones dirigidas a superar la violencia a partir del diálogo, pero hemos tenido reparos frente a cómo se ha conducido esas conversaciones dado que no se les ha exigido al actor armado el respeto a las comunidades.
PM: ¿Qué es lo que más ha disfrutado de la desmovilización?
El disfrute hoy es poder conversar con la gente, poder reencontrarse con la familia, yo tengo dos hijas y cinco nietos. Poder vivir este momento de por primera vez un gobierno diferente, un gobierno alternativo, pueden haber muchas críticas pero por primera vez hay un gobierno diferente a los otros como producto de ese acuerdo de paz, eso nos genera una satisfacción que valió firmar el acuerdo y valió mucho además las vidas que se han salvado.
