Un acto de violencia sacudió la tranquilidad del municipio de Ansermanuevo, en el norte del Valle, dejando a cinco personas heridas en medio de una balacera. El incidente, registrado en el barrio Pueblo Nuevo, ha puesto de manifiesto la cruda realidad de la disputa territorial entre bandas criminales por el control del narcotráfico en la región.
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La disputa por el control del territorio en el norte del Valle tiene profundas raíces en la historia del narcotráfico en la región. Herederos del denominado ‘cartel del norte del Valle’ y de grupos paramilitares desmantelados, estas bandas han extendido su influencia desde Cartago hacia municipios como Ansermanuevo, El Águila, Obando y Alcalá. Su actividad criminal incluye el microtráfico de drogas y el movimiento de cargamentos desde zonas de producción ilegal en Cauca hacia plazas de consumo en Valle del Cauca, Risaralda y Quindío.
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La reciente balacera en Ansermanuevo dejó a tres personas gravemente heridas, una de las cuales tuvo que ser sometida a cirugía. Este episodio violento revive el recuerdo de la masacre ocurrida el pasado 13 de febrero, donde María Alejandra Tabares, Laura Rosa Rodríguez y Jhon Wilson Estrada perdieron la vida en medio de una guerra entre bandas por el control del territorio.
Las autoridades han identificado a ‘Los Flacos’ como una de las principales bandas criminales involucradas en el conflicto. Liderados por John Freddy Montoya Serna, conocido como el ‘Flaco’, este grupo ha sido responsable de sembrar el terror en la región durante años. La captura del ‘Flaco’ ha representado un golpe significativo para la organización criminal, aunque la lucha por el control del narcotráfico continúa.