En medio del Día Internacional del Libro, el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) publicó un análisis sobre los hábitos de lectura de los niños y adolescentes en Colombia. Para llevarlo a cabo cruzaron dos fuentes distintas: las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y los datos del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes).
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Quizás uno de los indicadores más reveladores tiene que ver con que la lectura es una actividad que los estudiantes por lo general practican exclusivamente en el colegio. De hecho, indicaron que el 73 por ciento de los niños y adolescentes de cinco a 17 años (que suman casi 7,3 millones) señalaron que no leen libros más allá de su jornada escolar.
También se conoció que los hábitos de lectura por mera entretención son mayores en los colegios no oficiales que en los oficiales. El porcentaje de estudiantes que contestó que lee más de una hora diaria en los privados fue de 15 por ciento, mientras que los públicos fue de 14,4 por ciento. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que estos resultados se registraron a partir de una autodeclaración.
Otro indicador que llama la atención tiene que ver con los alumnos que presentaron las Pruebas Saber 11 del Icfes. Si bien cuatro de cada diez estudiantes de grado 11 manifestaron leer por entretenimiento, el porcentaje de alumnos que no lo hacen es más alto que hace cuatro años. Mientras en 2019 la proporción de jóvenes que no leía por entretenimiento era del 18,5 por ciento, el año pasado esta cifra fue del 21,5 por ciento.
Es fundamental tener en cuenta que en Colombia los estudiantes de colegio tienen múltiples dificultades por cuenta de su desempeño a la hora de comprender los textos que leen. De hecho, cuatro de cada diez estudiantes que fueron evaluados han sido calificados con niveles insuficiente y mínimo en el ámbito de lectura.
“Es clave que tanto los niños como las niñas y adolescentes tengan, por un lado, fácil acceso a libros (tanto en los establecimientos educativos como en las casas y también en las amenidades del barrio) y por otro, se les promueva a través de campañas y otras estrategias, a leer desde una edad temprana”, señala el análisis del LEE.
Y, adicionalmente, indicaron que es fundamental que se realicen diagnósticos continuos con el fin de evidenciar los niveles de las habilidades lectoras de los estudiantes. Esto, a la larga, les puede permitir a las instituciones públicas trazar políticas que mejoren el desempeño de los alumnos en las pruebas académicas y, además, ayudaría a crear un sano hábito lector.
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La importancia de la lectura para los estudiantes de colegio ha sido destacada por distintas investigaciones que señalan las ventajas de los libros para el desarrollo cognitivo. Además, puede favorecer otros ámbitos económicos y sociales de los países.
“Según el Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial 20181, la calidad del sistema educativo y el nivel de alfabetización de las personas se constituyen como determinantes para el desarrollo económico sostenible y la competitividad de las naciones, y esto es más relevante en el marco de la globalización e internacionalización en la que vive permanentemente el mundo, que es cada vez más competitivo y exigente”, señala el análisis del LEE.