Durante la última semana, en la capital del país la conversación ha girado entorno a las nuevas medidas adoptadas por la alcaldía de Bogotá como respuesta al desabastecimiento de agua en los embalses que son fuente para la ciudad. Lo anterior, ha prendido las alertas sobre los cambios que se deben ejecutar para evitar que el agua se desperdicie.
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En ese mismo sentido, uno de los sectores que según expertos debe comprometerse es el de la agricultura. Pues, a como dé lugar es necesario mitigar el impacto que tiene la sequía que se está viviendo en el país.
“Colombia enfrenta una situación crítica con niveles alarmantes en sus reservas de agua, esta alerta requiere medidas urgentes”, afirma Gabriel Barbosa, gerente general de Netafim.
Triste panorama del agua en Bogotá
En medio de la actual emergencia hídrica, es importante notar que, si bien Colombia se destaca como el país latinoamericano con más riqueza en cuerpos de agua, en la región, también es el país que más agua desperdicia, sobre todo en el establecimiento y mantenimiento de cultivos, poniendo en riesgo dicha riqueza del líquido vital, que es tan necesario para todos los habitantes.
Cuatro de cada 10 litros de agua potable que se producen en esta nación, se pierden por rebosamiento o fuga de los tanques, por deterioro de las redes, por conexiones ilegales o por errores en la medición, según datos suministrados por el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
De acuerdo con un reporte, dado a conocer a comienzo del mes de abril por la Empresa de Acueducto de Bogotá, el nivel actual del sistema Chingaza, en el centro del país, se encuentra en el 45,27% del nivel de llenado de volumen útil, lo que pone en jaque la capacidad de suministro de agua en el centro del país, por lo que Netafim reitera su llamado a optimizar el uso del agua a través de la adopción de tecnologías de riego eficientes.