Un triángulo amoroso, una cita en Quebec y mucho Coq au Vin es lo que el público encontrará en la nueva comedia romántica de James A. Woods y Nicholas Wright, “French Girl”. La historia sigue a la experta culinaria Sophie (Évelyne Brochu) y a su bobalicón pero encantador novio Gordon (Zach Braff), que se embarcan en un viaje al norte para hacer un seguimiento de una entrevista de trabajo con la fogosa y feroz ex de Sophie, Ruby (Vanessa Hudgens).
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La película tiene las capas de una comedia romántica, pero su encanto también viene con la familia de Sophie y su dinámica en la cultura francocanadiense. Además, está la comida, la diversión y la hilaridad que sobrevienen cuando consigues que un elenco de actores de increíble talento convierta una reunión estrafalaria en una entrañable historia de amor.
¿Qué te atrajo de esta película y de este papel?
Braff: Como actores, leemos muchos guiones y, especialmente en el caso de las comedias, pensamos: “Supongo que esto podría ser divertido si ocurrieran ciertas cosas y si lo interpretara el actor adecuado”. Pero este era uno de esos guiones en los que cada cosa me hacía reír. Pensé que no necesitaba nada, sólo un buen reparto. Desde el momento en que lo leí, me hizo reír a carcajadas y me encanta una buena comedia romántica, y ésta tenía aspectos únicos... Un triángulo amoroso único y aspectos de la Canadá francesa que no había visto retratados antes en una película.
Hudgens: Me encanta este guión. En cuanto lo leí, no paré de reírme y el personaje es algo que no había interpretado antes, algo que siempre busco. Además, con Zach al lado, soy una gran fan suya y quería trabajar con él desde hace tiempo, así que aproveché la oportunidad. Y aunque es una comedia romántica clásica, hay diferentes aspectos en la película que la hacen destacar, uno de ellos es que las mujeres están muy empoderadas, son muy fuertes y están muy motivadas. Me encanta ver eso en pantalla.
Brochu: Me gustó mucho que fuera una carta de amor a las mujeres francocanadienses y a las familias francocanadienses en general. Yo soy la chica francesa de alguien, soy francesa y mi hombre es anglosajón, y me sentí muy identificada con la forma en que se retrata a esas familias y a esas parejas. Y sentí que estaba hecho con mucho amor, ternura y calidez, y todos necesitamos más de eso ahora mismo. Además, la película es divertidísima. Es raro leer un guión y reírse, así que eso también me enganchó desde el principio.
Has mencionado los aspectos francocanadienses, y he visto que el guión se inspira en gran medida en Quebec y en la ciudad de Quebec. ¿Qué aspectos de la cultura francocanadiense o de la ciudad te han llamado la atención?
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Braff: Rodamos sobre todo en Montreal y luego en Quebec. Para mí, son como Europa, te sientes como en Francia (con) la arquitectura, sobre todo en Quebec, es como un cuento de hadas. Antes no la conocía. También diría que la comida. Nuestra película trata de comida, pero ambas ciudades son grandes centros culinarios. De hecho, vi uno de los episodios de Anthony Bourdain sobre Montreal e intenté ir a buscar un montón de esa comida. Y nuestros directores son grandes amantes de la comida, así que nos aseguramos de visitar muchos restaurantes divertidos.
Hudgens:
Una cosa que me encanta de rodar en Montreal es que es impresionante. Tiene un aire antiguo muy bonito, y a la vez todo el mundo es muy relajado. Y no en exceso, porque se hace todo lo que hay que hacer, pero sin rigidez. Creo que hay un cierto je ne sais quoi (no sé qué, Ed.), esa facilidad y sencillez con la que todo el mundo trabaja allí. La actitud y la energía de trabajo son realmente especiales y te permiten sentirte segura y cómoda.
Brochu: Mis escenas favoritas de la película son las grandes escenas familiares, las grandes escenas de grupo que tenemos en la granja. Siento que hay mucha de esa calidez efervescente, y esa energía ligeramente siempre divertida, ruidosa, extravagante, algo animada, pero también alegre, que reconozco en las familias francocanadienses. Y me encanta que esa parte se celebre en la película y que llegue a un público más amplio que quizá no conozca esa cultura.
“Me gustó mucho que fuera una carta de amor a las mujeres francocanadienses y a las familias francocanadienses en general. Yo soy la chica francesa de alguien, soy francesa y mi hombre es anglosajón, y me sentí muy identificada con la forma en que se retrata a esas familias y a esas parejas”
— Évelyne Brochu, actriz
Hablando de las escenas familiares, gran parte del encanto de la película y de la hilaridad proviene de la relación entre todos los personajes. Me encantó ver a Gordon y Antoine. Pero, ¿qué dinámicas de relación disfrutó rodando y viendo desarrollarse?
Brochu: Sé que es una pequeña parte de la historia, pero con mi madre (Isabelle Vincent) y mi hermana (Charlotte Aubin), y esa cercanía que pueden tener las mujeres de una familia. Nos conocemos, sabemos lo que te traes entre manos... Creo que la mujer que interpreta a mi madre lo representó muy bien, es una madre francocanadiense perfecta. Es sensual, divertidísima, le encanta leer y no puedes pasar nada por alto porque lo ve todo.
Hudgens: Me encantan Sophie y Gordon, me gusta mucho su relación. Es el corazón de la película, pero también es muy bonita, sensual, sexy y divertida. Y es una relación muy bonita para poder disfrutarla.
Braff: No pensé que Junior (Antoine Olivier Pilon) y yo fuéramos a destacar tanto en la película. Pero Antoine y yo nos divertimos mucho haciendo el tonto juntos. Es una de esas cosas que se leen en la página y no se ven necesariamente. Las relaciones con estas dos mujeres son bastante destacadas, pero este pequeño (momento) conmigo y él, no sabía que acabaría siendo tan divertido. Pero creo que él y yo tuvimos buena química y eso fue especial”.