De nuevo se encendió la polémica en Cartagena con respecto al uso de coches de tracción animal, después de que un caballo se desplomara en la principal Avenida Santander debido al cansancio. A pesar de los esfuerzos de entidades distritales como el DADIS y UMATA por controlar y cuidar a los equinos, los incidentes de este tipo continúan ocurriendo en la capital de Bolívar.
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En enero, la Alcaldía de Cartagena comenzó a buscar alternativas para reemplazar a los caballos con coches eléctricos, revelando un primer prototipo y realizando pruebas de funcionamiento. El alcalde Dumek Turbay se reunió con la Asociación Cartagenera de Cocheros para discutir la transición hacia una opción más sostenible, destacando la importancia de regular el proceso en colaboración con el gremio.
Caballo de coche se desplomó en Cartagena
Turbay Paz enfatizó que la sustitución de los caballos es una prioridad en su administración y busca una transición exitosa para la ciudad. Afirmó su disposición a trabajar en conjunto con los cocheros para encontrar soluciones beneficiosas para ambas partes. . “En esta administración, el tema en cuestión, el de la sustitución de estos caballos, es una prioridad y un proyecto pensado como exitoso en cualquier ámbito. Lo que realmente necesito es contar con ustedes para construir el proceso y seleccionar la mejor opción en beneficio de la ciudad”, expresó.
En una reunión en enero, Julio Martínez de Asocarcoch, la Asociación de Cocheros local anunció que estaban diseñando su propio caballo cochero que estaría listo para abril, ya que el prototipo presentado anteriormente no cumplía con ciertas garantías. Se acordó trabajar en la implementación de un nuevo modelo de tracción, similar a los coches actuales pero con una tracción diferente, buscando un modelo operativo y sostenible para la sustitución.
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Actualmente, hay alrededor de 60 coches de tracción animal en la ciudad, y el gobierno municipal está comprometido en encontrar una solución que beneficie a todos. La transición hacia coches eléctricos es vista como una forma de modernizar la ciudad y garantizar el bienestar de los equinos utilizados en la tracción de estos vehículos.
