El papa Francisco el viernes hizo su primera aparición pública al aire libre desde que enfermó de bronquitis hace dos semanas que lo llevó a cancelar su viaje a Dubái para la conferencia climática COP28.
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El papa se recupera gradualmente, y el 8 de diciembre, en la festividad católica de la Inmaculada Concepción, cumplió con la tradición de orar ante la estatua de la Virgen en la Escalinata de la plaza de España.
Arribó en un auto negro y bendijo a una multitud antes de sentarse frente a la estatua.
El pontífice oró a María por “toda la gente oprimida por la injusticia y la pobreza, en medio de la guerra”. Añadió una oración por “el pueblo atormentado de Ucrania”, así como por los palestinos e israelíes “que han recaído en una espiral de violencia”.
Francisco también se refirió a la violencia contra las mujeres, un tema que ha resonado en Italia últimamente tras el asesinato de una estudiante de 22 años el mes pasado en el norte de Italia.
“María, te necesitamos como mujer, para confiarte a todas las mujeres que han sufrido violencia y las que siguen siendo víctimas en esta ciudad, en Italia y en todas partes del mundo”, dijo el papa.
Antes de ir a la Escalinata, Francisco visitó la basílica de Santa María Mayor para rezar ante una de sus imágenes preferidas de María. Entró a la basílica en silla de ruedas.
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Previamente, impartió la bendición a los fieles desde una ventana abierta sobre la Plaza de San Pedro, en su primera aparición pública después de su enfermedad.
Francisco, que cumplirá 87 años el 17 de diciembre, se enfermó de gripe el 25 de noviembre y debió cancelar el viaje a Dubái. Posteriormente, reveló que le habían diagnosticado bronquitis aguda, lo que le dificultaba la respiración.
Fue la segunda vez este año que sufrió un ataque de bronquitis. En abril fue hospitalizado durante tres días para recibir antibióticos por vía intravenosa.
