El obispo polaco Grzegorz Kaszak de quien se conoció que realizó una fiesta sexual el pasado mes de agosto en su diócesis al sur de su país, llegó a los oídos del Vaticano y a partir de esta polémica el religioso presentó su renuncia, la cual fue aprobada el martes 24 de octubre. “El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Sosnowiec (Polonia) presentada por Su Excelencia el Obispo Grzegorz Kaszak”, dice el comunicado.
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El obispo cumplía su labor cuando en la parroquia de Dąbrowa Górnicza, la cual se hizo bastante popular tras el escándalo que vinculó al clérigo y varias personas, se conoció que dos hombres participaron en una fiesta sexual. La cual fue descubierta luego de que uno de los participantes sufriera un colapso a causa del uso de drogas y tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro médico.
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De acuerdo al medio La Gazeta Wyborcza, luego de llamar a la ambulancia, los sacerdotes no habrían permitido el ingreso del vehículo para atender a la emergencia, por lo que la policía tuvo que intervenir: “El párroco de St. La Santísima Virgen María de los Ángeles en Dąbrowa Górnicza informó por escrito a la Curia Diocesana de Sosnowiec sobre la ‘intervención de la ambulancia y de la policía’ en el departamento de uno de los sacerdotes”, aseguraron los medios.
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Tras la fuerte polémica, la diócesis se tuvo que pronunciar al respecto y manifestó por medio de un comunicado que: “El padre Tomasz Z y otros dos laicos han cometido una violación muy grave de las normas morales, que la Iglesia no tolera y condena enérgicamente. El incidente se ha convertido en motivo de gran escándalo para los fieles y de justificada indignación pública”.
El obispo a cargo de la parroquia, Grzegorz Kaszak, también se pronunció al respecto y expresó que: “También soy consciente de la responsabilidad que tengo como obispo. Si he hecho algo mal, he cometido un error o he descuidado algo, lo lamento mucho. Y, por supuesto, estoy dispuesto a aceptar todas las consecuencias asociadas a ello”, aseguró.