Finalmente murió en Valledupar el hombre más odiado del país, a quien se le atribuyen cientos de violaciones y asesinatos de niños en diferentes regiones de Colombia, crímenes que lo hicieron merecedor del título de “bestia”. Luis Alfredo Garavito falleció en la Clínica Nueva Santo Tomás del Caribe hacia la 1 de la tarde de este jueves 12 de octubre.
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Desde su captura, el 22 de abril de 1999, Garavito tuvo que pagar condena por los delitos de: acto sexual violento, homicidio, acceso carnal violento, secuestro simple e incendio culposo.
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Para la Fiscalía colombiana y la prensa internacional, este hombre era el segundo asesino serial del mundo y por las atrocidades que cometió se le condenó a 1853 años y 9 días de cárcel. Sin embargo, aunque la pena fue ejemplar y hasta el momento ha sido la más alta adjudicada en Colombia; no se podía ejecutar porque en la ley colombiana no existe la cadena perpetua.
Entonces, la justicia optó por darle la pena máxima de 40 años, sin ninguna posibilidad de rebaja, y esta la habría completado en 2039 de llegar a sus 82 años. Por so estuvo tras las rejas hasta su último día de vida, aunque desde finales de 2022 permaneció en una clínica por padecer leucemia y cáncer de ojo.
A pesar de todos los casos que lograron comprobarse –cerca de 200 violaciones y asesinatos–, siempre se creyó que las víctimas de Garavito eran más y rondaban las 300 personas, la mayoría niños. Solo un par de víctimas –William Trujillo, John Iván Sabogal y Brand Ferney Álvarez– lograron sobrevivir a los vejámenes que padecieron.
Y es que la misma ‘Bestia’ reconoció en sus juicios que cometió crímenes en Colombia, Venezuela y Ecuador.
Inicialmente admitió haber asesinado a 172 menores, pero en 2003 reconoció 28 víctimas más, entre esos cinco adultos. A lo largo de su condena, la Fiscalía tuvo que empezar un duro proceso para el reconocimiento y entrega de los restos exhumados de las víctimas de Garavito, a quienes el criminal desaparecía después de asesinarlos.
