La madre de la joven víctima se encargó de hacer pública la denuncia del abuso que cometió un trabajador de Café Oma en Bogotá en uno de los baños del sitio. Según el video difundido, el sujeto ubicó su celular en una de las cabinas y dejó la cámara encendida.
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La joven de 20 años entró al poco tiempo, pero se percató del teléfono y no dudó en poner la queja ante el establecimiento.
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Luego de toda la polémica desatada en redes sociales, el Café Oma se pronunció y comunicó que el cajero, identificado como Jairo Acosta Ovalle, fue removido de su cargo.
“La compañía rechaza tajantemente cualquier comportamiento indebido y, en consecuencia, actuará con rigurosidad y determinación a cualquier práctica o comportamiento que no se encuentre en línea con los valores y políticas organizacionales”, indicaron.
Y el restaurante confirmó que activó el procedimiento correspondiente para este tipo de eventos. “Hemos activado una ruta de atención integral, confidencial y de aplicación del debido proceso para dar cumplimiento y presentar las pruebas en las instancias de la investigación”.
Pero la decisión no fue suficiente para muchos.
“¿Removido? ¿Y porque no se interpuso demanda penal?”, “¿Solo removido? Que le caiga todo el peso de la ley”, dijeron algunos ciudadanos en redes.
