La casa donde vivió y murió el famoso gánster Al Capone en Miami Dade, una mansión de la década de 1920 situada en una isla de la Bahía Vizcaína, fue demolida a pesar de los intentos por preservarla de grupos defensores del patrimonio cultural e histórico del condado floridano.
PUBLICIDAD
Medios locales publicaron fotografías de los escombros a los que quedó reducida la casa situada en el número 93 de la única calle de la isla Palm, que está unida por un puente a la carrera elevada sobre la bahía que conecta Miami con Miami Beach y es un lugar privilegiado en un mercado inmobiliario pujante.
La casa edificada en 1922, con fachada de estilo español, fue vendida en octubre de 2021 a una sociedad limitada por 15,5 millones de dólares, 5 millones más de los que habían pagado sus entonces propietarios tan solo unos pocos meses antes.
También le puede interesar: “Lo único bueno del partido del Junior”: las cámaras del Metropolitano captaron un tierno momento
“No creo que debamos cancelar la cultura. El crecimiento del sur de Florida estuvo estrechamente ligado a la era de la prohibición (la ley seca contra el alcohol)”, dijo Daniel Ciraldo, titular de la Miami Dade Preservation League, una organización de conservación del patrimonio arquitectónico que recogió infructuosamente miles de firmas para impedir que la casa de Al Capone fuera demolida.
La casa era propiedad desde hace dos años de la sociedad 93 Palm Residence LLC, que la compró al desarrollador inmobiliario Todd Michael Glaser y al ejecutivo de un fondo de inversión inmobiliario Nelson González, quienes la habían adquirido por 10,75 millones de dólares.
Según una petición en change.org para salvarla, la mansión estaba en un estado inmaculado después de una renovación multimillonaria. Demolerla sería perder “una importante parte no solo de nuestra historia local, sino de la de los Estados Unidos”, señalaron entones los promotores de la iniciativa.
PUBLICIDAD
La propiedad de unos 2.787 metros cuadrados contaba, además de la vivienda principal, con una residencia para invitados, una piscina de unos 18 metros de largo, playa privada con vistas a la bahía, siete cuartos y cinco baños y un embarcadero privado de 30 metros de largo.
Era una de las casas más antiguas de Miami Beach y perteneció originalmente a Clarence Busch, de la dinastía de Anhueser-Busch, que en su día controló la mayor compañía cervecera del mundo.
En 1928, Busch vendió la residencia a Al Capone por 40.000 dólares, poco antes de que este fuera atrapado por las autoridades estadounidenses, que solo pudieron acusarlo de evasión de impuestos.
Alphonse Gabriel Capone (1899-1947), conocido por el apodo de “Scarface” (cara cortada) por las cicatrices de navajazos que tenía en el rostro, falleció de un ataque al corazón en esta residencia en 1947, poco después de ser puesto en libertad.
El mafioso de Chicago, que decía ser vendedor de antigüedades, amasó una fortuna con el tráfico ilegal de bebidas alcohólicas, en la época en que imperaba la llamada Ley Seca, y con el juego clandestino.