Uno de los militares que estuvo buscando a los cuatro niños indígenas que desaparecieron en la selva entre los departamentos del Guaviare y Caquetá, decidió hablar sobre el momento exacto en el que avisó a sus superiores que habían hallado a los menores de edad luego de 40 días de búsqueda.
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Lesly Mukutuy, de 13 años; Soleiny Mukutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 4, y de Cristin Neriman Ranoque Mukutuy, de 1 año, son los cuatro menores de edad que permanecieron perdidos durante 40 días en la espesa selva y fueron hallados vivos.
Este militar fue el responsable de avisar por medio del teléfono satelital a sus superiores que los cuatro menores de edad habían sido encontrados. Tras días completos de querer utilizar la palabra clave, pudo hacerlo con el corazón en la mano. “Por teléfono satelital y le decía ‘milagro’, que era la clave de nosotros cuando encontráramos a los niños. Por el clima, la hora, la noche, el teléfono ya no es fácil que coja el satélite… me toca hacer el reporte por el radio”
Además, el militar confesó que sintió una gran alegría dando el aviso y que llegó a pensar que la bebé de un año, Cristin, ya no se encontraba con vida. “Emoción de verlos vivos y yo alcancé a ver que eran los dos menores porque, la verdad, yo, al ver esa cantidad de días, pensé que ya el más pequeño (la bebé Cristin), de pronto ya no se encontraba con vida por la cantidad de días y por la alimentación que es diferente para él”, dijo.
De igual forma, el comando explicó que encontraron en condiciones paupérrimas a los menores, por lo que la prioridad era sacarlos lo más pronto posible, pero allí entró el temor del traslado en helicóptero. “Los primeros los recibimos, los atendemos, les hacemos las atenciones primarias, les revisamos la cabecita, si tienen golpes, estaban muy delgaditos, muy flaquitos, la piel, no pesaban nada”, agregó.
El militar narró el momento de felicidad cuando pasó la angustia por montar a los niños en el helicóptero. “Empieza el otro temor de nosotros, que de pronto se desenganche un niño y se caiga. Entonces, todos cruzando los dedos abajo, ayudándole al rescatista, se va el primero… enganchamos el segundo y, bueno, suben los cuatro y ya abajo es una felicidad total ver que se va ese helicóptero con los cuatro niños”, añadió.