Luego de hacer una denuncia sobre una presunta irregularidad en un contrato que hizo MinDefensa para la compra de 55 vehículos militares, el periodista de la Revista Semana, Camilo Galvis, empezó a ser víctima de seguimientos constantes en su lugar de residencia y durante su trabajo.
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Según contó Semana, en una reunión que tuvo con el viceministro de Defensa, el general (r) Ricardo Díaz, “le exigió firmar un acuerdo de confidencialidad a Galvis para tratar de evitar la publicación de la denuncia”.
De inmediato, la revista alertó a la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), el 22 de abril, sobre este hecho.
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Pero ahí no paró el hostigamiento. El periodista aseguró haber visto un carro gris polarizado que estuvo en el barrio donde vive. Ahí, preguntaron a varios vecinos por la ubicación del periodista.
Debido a que el comportamiento de los hombres en el vehículo despertó dudas entre los habitantes de la zona, llamaron a la Policía para alertarlos. Sin embargo, los uniformados nunca hicieron presencia en el sector.
En charla con Publimetro, Camilo Galvis contó que este miércoles 10 de mayo llegó a su conjunto residencial un hombre con un uniforme camuflado. “Aparece ayer, en mi casa, un hombre vestido con camuflado que me estaba esperando, preguntando por mí, para tratar temas personales. Eso se lo dijo a la esposa de un vecino y ella, como ya está alertada de la situación, subió y le tomó una foto”.
Tras estos seguimientos, la revista pidió a la Fiscalía que investigue este caso y pidió a la Unidad Nacional de Protección (UNP) que le brinde seguridad a Galvis para que pueda ejercer su trabajo libremente.
