En Colombia contamos con temporadas húmedas y temporadas secas, más no con las cuatro estaciones como en otras latitudes, por lo que los cambios bruscos en las condiciones climáticas son menos frecuentes. Sin embargo, las temporadas de lluvias y tiempo seco afectan fuertemente a los colombianos.
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El médico Alejandro García Cajiao, profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas de la Universidad Javeriana y médico internista del Hospital Universitario San Ignacio, explicó las enfermedades que se pueden desarrollar dependiendo del clima en el que vivamos.
“Cuando hablamos de clima, solemos asociarlo a cambios cortos en el estado del tiempo, principalmente dado por variaciones en la temperatura y la altitud (una ciudad costera y cálida vs una ciudad fría, alta y seca); sin embargo, el clima es un concepto más global, que hace referencia al promedio de las condiciones meteorológicas que experimenta una región geográfica (país, región, ciudad, municipio) durante un período de tiempo prolongado y que está determinado por factores como: temperatura, humedad, presión atmosférica, velocidad del viento y precipitación (lluvias)”, indicó.
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Garcia contó que la salud humana está estrechamente relacionada con estas condiciones climáticas. Por eso es que los médicos en ciertos casos señalan a sus pacientes cuáles son las condiciones del clima ideales para tener una mejor calidad de vida.
“El ser humano tiene una capacidad adaptativa enorme, que le permite sobrevivir en condiciones climáticas extremas y en ocasiones adversas. Pero si hablamos de calidad de vida, usualmente en personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias de base, como hipertensión arterial, falla cardíaca, asma, bronquitis crónica, entre muchas otras, las condiciones climáticas extremas pueden poner en estrés el cuerpo y tener efectos negativos en la salud. Por ejemplo: las temperaturas muy altas pueden causar deshidratación, insolación, golpes de calor y aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares, mientras que las bajas temperaturas pueden aumentar el riesgo de hipotermia, elevar la presión arterial y agudizar algunas enfermedades respiratorias”, dijo.
En cuanto a la humedad, “una alta humedad relativa puede hacer que sea más difícil para el cuerpo regular la temperatura, lo que puede causar fatiga, mientras que una humedad muy baja puede secar las mucosas, lo que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias. Por último, entre más altura sobre el nivel del mar tenga un lugar (por ejemplo ciudades como Bogotá, Tunja, Pasto), menor disponibilidad de oxígeno hay en la atmósfera, lo que puede ser inconveniente para personas con enfermedades pulmonares crónicas”.
En general, el médico aseguró que un clima templado con un promedio de temperatura diaria entre 18 y 24 grados centígrados y una humedad relativa del 40 al 60%, se considera ideal para la mayoría de las personas.