Una olla pitadora fuera de control generó una emergencia en un barrio residencial del municipio Obando, Valle del Cauca, según informaron medios locales. Un ama de casa como de costumbre usó el utensilio de cocina para preparar el almuerzo, pero la olla, al parecer, por algún mal manejo, explotó en la cocina, generando un gran estrépito.
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Incluso la olla, la salir disparada hizo un enorme hueco en el techo de la casa rompiendo varias tejas.
Los restos de la olla salieron desperdigados por el lugar generando un incendio que tuvo que ser controlado por el cuerpo de bomberos que llegó a la residencia. Los habitantes de la casa se llevaron un gran susto y recuperaron las piezas del utensilio incluyendo la válvula de presión que salió disparada hacia la sala.
Olla pitadora sin control fue detenida por bomberos: el utensilio causó daños en una vivienda
Por fortuna, no hubo heridos que lamentar pero sí daños materiales en esta vivienda donde la estufa y la cocina deberán ser reparadas.
Recomendaciones para el uso de una olla de presión
Sergio Fernández, cocinero de TVE, nos recuerda que las ollas que existen hoy en día en el mercado son muy seguras, pero nunca habrá suficientes garantías de seguridad si no se hace un uso adecuado.
Por eso, recomienda mantener siempre la válvula limpia, nunca llenar la olla más de dos tercios de su capacidad y evitar los cambios bruscos de temperatura.
“Es mejor una vez que la olla ha perdido toda la presión dejarla reposar 15 o 30 minutos hasta que pierda todo el calor y abrirla poco a poco. Hay que evitar enfriar la olla de golpe colocándola debajo de agua fría”, aconseja.
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Otras dos normas básicas son: “Cambiar los cauchos de las tapas para que se mantengan en buen estado y niños fuera de la cocina cuando hay en el fuego una olla a presión”.
Consejos de seguridad para prevenir accidentes con ollas pitadoras
Seguir las instrucciones del fabricante y hacer un uso adecuado de la olla.
Lavar a menudo la válvula de seguridad para evitar obstrucciones. Comprobar su estado antes de cada uso.
No llenar la olla con alimentos o líquidos al máximo de su capacidad para evitar que la válvula se tapone. No superar los dos tercios de su capacidad.
Siempre introducir un mínimo de líquido, unos 200 ml.
No poner la olla al fuego hasta no cerciorase de que la olla se ha cerrado correctamente.
No olvidar bajar el calor a una temperatura media de una vez que la válvula haya subido.
No abrir jamás la olla hasta que no ha expulsado todo el vapor. Hay que esperar a que baje la válvula.
No usar la olla si notamos que hay escapes por las juntas o la tapa no cierra herméticamente. Podría quedarse sin líquido en el interior y quemar su contenido.
Mantener en buen estado la olla y todos sus accesorios (tapa, botones, cauchos…). Algunos fabricantes recomiendan cambiar los cauchos de las juntas cada 1 o 2 años, según su utilización.
No dejar sin vigilancia la olla mientras esté funcionando y el fuego esté encendido.
