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Revisaron sus celulares y se dieron cuenta que eran militares: fueron secuestrados en Patía, Cauca

Según el Ejército, los tres hombres estaban de permiso e iban vestidos de civil, cuando se movilizaban en un vehículo por la ruta alterna a la vía Panamericana

Archivo - Un militar en Colombia FUERZAS ARMADAS DE COLOMBIA - Archivo (FUERZAS ARMADAS DE COLOMBIA/Europa Press)

Carlos Andrés Ocoró Mejía, Cristian Murillo Murillo y José Arcadio Epiayu Urania, son los soldados profesionales de la Fuerza de Despliegue Rápido No. 2 y el Comando Operativo de Estabilización y Consolidación Pegaso, del Ejército Nacional, que fueron secuestrados en la tarde de este domingo entre los municipios de El Tambo y Patía, en el departamento del Cauca.

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Las víctimas estaban de permiso e iban vestidos de civil, cuando se movilizaban en un vehículo por la ruta alterna a la vía Panamericana (tras el derrumbe en el sector de Rosas) y fueron interceptados, al parecer, por las disidencias de las FARC, Carlos Patiño.

Aunque en un principio los armados no sospecharon que eran militares, fue por una revisión a sus celulares que descubrieron su profesión.

“Los compañeros iban de civil en una camioneta de servicio público de pasajeros cuando quedaron en medio de un retén ilegal que los disidentes ejecutan ahora a la altura del corregimiento de El Hoyo, lo que comprobamos es que los disidentes después se apoderaron de sus celulares, y tras ingresar a los mismos, comprobaron que se trataban de integrantes del Ejército”, señaló la institución.

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Las Fuerzas Militares rechazaron este hecho e indicaron que activaron, en coordinación con autoridades de la región, el dispositivo de búsqueda.

Con este caso, ya son cuatro los soldados secuestrados por esta estructura de las disidencias, en lo que va corrido del 2023. Uno de los hechos, ocurrió en la misma ruta a la altura del corregimiento El Hoyo de Patía, Cauca.

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Se trata del sargento Juan Gabriel Chachinoy, quien desde el 10 de enero permanece retenido en contra de su voluntad y ya envío un mensaje a su familia como prueba de supervivencia. Esto en medio de hombres uniformados con fusiles de largo alcance.

“Quiero decir que hoy, 13 de enero, recibí un saludo por parte de mi familia, de mi mamá, de mi papá. Y quiero hacerles llegar un mensaje: me encuentro bien, en óptimas condiciones”.

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