Luego de vivir por más de siete meses en el Parque Nacional de Bogotá, los cientos de indígenas retornaron a su lugar de origen y en el lugar quedaron los rastros de su paso, un hecho que generó inconformidad en más de un ciudadano. Uno de ellos es la senadora María Fernanda Cabal, quien criticó el mal estado en el que quedó el Parque Nacional.
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Para la congresista de derecha, tal parece que las comunidades indígenas que estuvieron en Bogotá no se conforman con las “33.442.597 hectáreas” de tierra que tienen, según datos de la Agencia Nacional de Tierras. Pero este comentario es revictimizante porque desconoce la razón por la que estas personas llegaron a la capital.
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Y justamente eso fue lo que le resaltó la alcaldesa Claudia López, cuando respondió a la crítica de la senadora.
Todo empezó con un trino de Cabal en que dice: “La Bogotá cuidadora de Claudia López, permitió que los indígenas en el Parque Nacional lo entregaran así. Lamentable. Según la Agencia Nacional de Tierras, las comunidades indígenas tienen 33.442.597 hectáreas. Seguramente no les alcanza”.
De inmediato, la mandataria local reaccionó de la siguiente manera:
“Senadora, si a los indígenas y campesinos les garantizaran seguridad territorial, los caminos, escuelas y desarrollo agrícola que les llevan años incumpliendo no llegarían víctimas del plomo cruzado y desplazamiento forzado a Bogotá. Veremos si la Unidad de Víctimas les cumple esta vez”.
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Esta discusión ha generado cientos de reacciones divididas. Algunos defienden la postura de la senadora y aseguran que el deber de la alcaldesa es cuidar de Bogotá, mientras que otros piden empatía, pues los daños materiales siempre se pueden recuperar.
Desde el pasado lunes las autoridades lograron un acuerdo con las comunidades indígenas para que estas fueran trasladadas del parque Nacional, donde se encuentran desde el 29 de septiembre de 2021, a la Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, en Engativá.
El proceso empezó desde las seis de la mañana del sábado 7 de mayo, en el que el distrito dispuso más de 20 buses para movilizarlos y que concluyó con el traslado voluntario de 230 indígenas a casas de apoyo de manera temporal en esta UPI, dónde, la entidad aseguró, les brindarán alimentación, servicios de salud, educación, atención a la primera infancia y espacios para la comercialización de sus productos.
Este lunes, desde las 10:00am, la Secretaría de Gobierno indicó que la segunda jornada finalizó con el desplazamiento de 475 personas de distintas comunidades indígenas a este mismo lugar. De esta manera, la entidad señaló que en total 13 de las 15 comunidades asentadas salieron voluntariamente.